martes, 16 de octubre de 2007

Entre fieras anda... la bobería.

Quien ha visto las fieras mientras tragan el condumio, habrá notado como a pesar de haber cazado juntos la presa, la emprenden a dentelladas contra el semejante mientras comen lo suyo, no importa la abundancia o excelencia, es algo natural. Análogamente, se comportan los dictadores, como fieras, independientemente de convivir en la manada que depreda la humanidad, sus nacionales en particular, mantienen su territorio y su conducta atávica de fieras.
Si en público despliegan su verborrea para elogiarse mutuamente, en privado echan pestes uno del otro. Parte de la hilaridad que me provoca Chávez con su última vez que vería al sátrapa cubano y luego el espectro humano llamando para demostrar que estaba "vivito y coleando", es imaginarlos en privado denostando el uno contra el otro, diría FC algo como "pero la diarrea humana esta no me va a respetar o se le fundió la única neurona que tiene", el otro, "pero caballero, este viejo no pasa una, ni con el pie en el sepulcro entiende una broma, nada, chocherías de viejo"; triste destino le ha deparado la agonía final al dictador con Chávez tan cerca y fanático a la bobería hablada, creo que ambos tienen frustraciones que hubiesen evitado con ... por ejemplo, karaoke, les hubiera curado el reflejo condicionado de ver el micrófono y comenzar a disparatar; quizás oigamos las frases exactas de una parte y otra, pues otro detalle es, que son fanáticos a grabarse entre sí las conversaciones para exhibirlas en caso necesario.

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