lunes, 20 de diciembre de 2010

Actualización del blog.

-Wikileaks por aquí, Wikileaks por allá, es malo, es bueno, traidor, oportunista, etc; por un tiempo, no cesa ese sitio y su principal figura pública el señor Assange de saltar a la palestra pública. Luego de revolverle el estómago al internet con la historia o historias, a mi modo de ver, coincido con quienes señalan al señor Assange, un afán de protagonismo y publicidad, mientras quiere comparecer a los ojos de la opinión pública como la Madre Teresa, muchos indicios apuntan a actitudes que no tienen que ver con el periodismo, la noticia o la libre circulación de la información. Mientras agrupa defensores disímiles del espectro informativo y social, se echa a ver una ausencia de actitud responsable y proceder diáfano. No es la tradicional teoría de la conspiración, pero ami por lo menos, me luce que alguien tiró de la cuerda al mono para que baile. La cuestión es aun más confusa, por los pareceres de que no es información relevante, o por el contrario, afectará a quienes han colaborado con EEUU de manera secreta; parece que hay de ambas, por lo leído por mí hasta ahora.

-He comenzado a leerme el bodrio resumen que apareció el viernes en su primera parte y la última el sábado en el Granma; más o menos por la mitad he quedado, entre la pobre luz para leer y el tener que releer algunos pasajes, no he dado término ni a la primera parte. Como siempre, señalan los errores, crasos, pero no asumen la responsabilidad, perdón, no asume la responsabilidad ni entrega el cargo como corresponde por los 50 años de derrucción de la nación cubana; el triunfalismo económico y el derrotismo humano, signan las palabras de Raúl Castro. Es indecente, como evaden mencionar los culpables, perdón nuevamente, el culpable, primero el hermano, principal cabecilla de la desolación y la miseria en Cuba, y luego él, quien secunda en beneficio personal el mismo derrotero. Ni la ausencia de las otroras cuantiosas referencias al hoy morinausebando hermano mayor, logran distanciarle a los ojos de los cubanos de la responsabilidad en la debacle; el crecimiento, expresado en un entero y un decimal, oculta la desgracia de millones de cubanos condenados a peor suerte en aras de mantener una dictadura. Los médicos, han de ser ahora agoreros, adivinadores de la enfermedad que aqueja a sus pacientes; quienes trabajan, han de saber como por arte de magia sobre costos, indicadores económicos y otros meollos númericos, como si importara. No ha de importar al hombre otra cosa que ser libre, vivir en libertad, pues lo demás es aderezo. El señor que ahora es el preferido, con las "nuevas ideas" Murilo o algo así; intenta vender al resto con ademanes de militarote, las viejas mentiras maquilladas; en el colmo de la desfachatez, bien puedira integrar el coro de la otrora canción popular, defiéndete tú, que yo me difiendo como pueda, en su versión totalitaria, defiéndete tú, que yo tengo resuelto el problema. ¿Quién puede creer que en menos de una quincena se puede entender para aceptar los cambios nimios que dicen van a hacer?, como es tradicional e inherente a las dictaduras, ya vino precocinado, dirigido, "desde arriba"; los "sesudos", los "estudiosos", le soplaron al dictador en el oído y este agregó y quitó según entendió para su conveniencia, eso es verdad de perogrullo. Ni uno sólo de los cubanos ha sido escuchado, o se le ha prestado la oportunidad que le corresponde por derecho, los cubanos, hemos sido ignorados, porque de cierto es, que si en esa supuesta asamblea, un solo cubano habla, irá a hablar de la libertad que nos fue arrebatada totalmente en 1959 por este señor y su hermano, y hoy queremos de vuelta; este señor que como plañidera, se queja de su próximo fin y del nuevo amancer para Cuba sin ellos y sus desdichados "planes".

Contrarrevolucionario...y a mucha honra.

Vista la historia, aun no termino de comprender porque se aupa y se ensalzan las revoluciones sucedidas; incluso la revolución pacífica de Gandhi, sumió a la India en el atraso al hacer parte de su filosofía el uso de tecnicas obsoletas y la negación a la introducción de loas avances científico-técnicos. A excepción de la gesta por liberarse de los ingleses, el resto de las revoluciones estan ingentemente bañadas en la sangre de los pueblos donde se han desatado. Si es el sino de la humanidad, moverse hacia adelante atropellando personas y victimando pueblos, es hora de moverse en la dirección adecuada, reconocer que los cambios propicios para el adelanto de la humanidad, no se suceden de la noche al día, pues en lugar de avanzar, se retrocede, y si le sumamos las muertes innecesarias, la violencia gratuita y el desafuero en una especie de carnaval sangriento y licencioso, perturbador de cualquier orden moral o humanista.
Quizás, la revolución de Gandhi, haya marcado el fin de una era de cambios violentos como solución para adelantar y progresar de las naciones.
Yo, que he vivido la tenebrosa revolución cubana, me preocupan aun más las sucesivas, por el refinamiento y encubrimiento que han venido desarrollando a través del tiempo; tras los supuestos beneficios para una clase en detrimento de otra, se oculta el verdadero rostro de dictaduras unipersonales, entretenidas en subsistir y algunas, en perpetuarse como dinastías en el poder.
No es el cambio brutal e irreverente, ni la marea de tsunamis sociales los que definitivamente aconseja la historia, es la andar sosegado y la modificación oportuna, sin menoscabo de principios claramente establecidos y que garantizan la convivencia dentro del respeto al derecho ajeno y la demanda oportuna del propio.

martes, 14 de diciembre de 2010

Actualización del blog.

-Las mentiras se suceden en tran gran cantidad, que desaniman de contarlas una a una; no puede dar fruto bueno el árbol malo, ni gobierno mentiroso, verdad alguna. Esta dictadura, no cesa de mentir y engañar, tanto a quienes somete mediante el terror como aquellos preocupados por la suerte de nuestro país.
Desvincular el estado de cosas, de otras situaciones que quieren creerse algunos, es como desamparar totalmente al pueblo cubano en su desgracia y sin consuelo.
Cuba vive una dictadura por más de 50 años, ese es el hecho irrefutable, no existe ni libertad ni democracia, es la realidad que no se debe ni puede ignorarse. Dar la espalda a la desgracia que hoy padecemos los cubanos y otros paises, o se avisora, padecerán por nacionales de esos paises interesados en perpetuarse como lo hizo el dictador aquí. No importan cuantos pequeños detalles traigan a colación quienes de mala fe, intentan trocar la verdad en una mentira piadosa o cruel, según sea el caso; los cubanos seguimos sometidos bajo un régimen que no respeta derecho alguno, sea divino, terrenal o humano. Creer o esperar cambios, aun esperar una lenta marcha hacia la democracia; lo único que logra es perseverar en la injusticia y la situación ignominiosa de un pueblo, el cubano; cuyo único pecado, fue creer en un falso mesías, en promesas de una vida mejor, hechas para conseguir un gobierno unipersonal, una dictadura de las peores, porque no se echa a ver su negra entraña, sino, que la propaganda obnubila muchos corazones haciéndoles creer en visiones que la realidad contradice de manera veráz.

-Este domingo, mientras visitaba un vecino por motivo que no viene al caso, veo en la pantalla un programa propagandístico sobre los venezolanos curados en Cuba de sus males. Y no puedo evitar pensar en la paradoja de hombre que han entregado sus vidas, lo que es sinónimo de salud total, en aras de la libertad; y aquí tienen a estos, que han venderán su salud por el alto precio del a libertad, porque de que sirve tener salud y no libertad, de nada. En el ser humano, se debate el animal que somos con el espíritu que queremos ser, para adelantar y progresar, ese animal que hace latir nuestros corazones, a menudo nos juega la mala pasada de una vida miserable, porque ¿de que otra manera es la vida del hombre privado de su libertad?, sí, miserable y triste a decir no más; perdida la dignidad, poco vale cuan saludable se es, rico, sabio o inteligente; si no se posee la libertad, de que vale vivir sino es para esperar por la bienaventuranza de su venida. Triste destino el de los cubanos y quienes sigan por la oscura senda que nos ha deparado la historia en estos 50 años. No quiero paraíso, ni salud, ni riqueza, ni sabiduría, si no tengo la libertad, el bien más preciado, que no alimenta, ni viste, ni cura, pero permite vivir con dignidad aun cuando sea en una silla de ruedas y si es preciso, morir con dignidad.

viernes, 3 de diciembre de 2010