lunes, 20 de diciembre de 2010

Contrarrevolucionario...y a mucha honra.

Vista la historia, aun no termino de comprender porque se aupa y se ensalzan las revoluciones sucedidas; incluso la revolución pacífica de Gandhi, sumió a la India en el atraso al hacer parte de su filosofía el uso de tecnicas obsoletas y la negación a la introducción de loas avances científico-técnicos. A excepción de la gesta por liberarse de los ingleses, el resto de las revoluciones estan ingentemente bañadas en la sangre de los pueblos donde se han desatado. Si es el sino de la humanidad, moverse hacia adelante atropellando personas y victimando pueblos, es hora de moverse en la dirección adecuada, reconocer que los cambios propicios para el adelanto de la humanidad, no se suceden de la noche al día, pues en lugar de avanzar, se retrocede, y si le sumamos las muertes innecesarias, la violencia gratuita y el desafuero en una especie de carnaval sangriento y licencioso, perturbador de cualquier orden moral o humanista.
Quizás, la revolución de Gandhi, haya marcado el fin de una era de cambios violentos como solución para adelantar y progresar de las naciones.
Yo, que he vivido la tenebrosa revolución cubana, me preocupan aun más las sucesivas, por el refinamiento y encubrimiento que han venido desarrollando a través del tiempo; tras los supuestos beneficios para una clase en detrimento de otra, se oculta el verdadero rostro de dictaduras unipersonales, entretenidas en subsistir y algunas, en perpetuarse como dinastías en el poder.
No es el cambio brutal e irreverente, ni la marea de tsunamis sociales los que definitivamente aconseja la historia, es la andar sosegado y la modificación oportuna, sin menoscabo de principios claramente establecidos y que garantizan la convivencia dentro del respeto al derecho ajeno y la demanda oportuna del propio.

No hay comentarios: