sábado, 10 de marzo de 2007

Sabado corto.

Hoy es sábado, en la noche, no tengo fiebre pero les quise dejar estos pensamientos. Para la próxima semana, tengo planificado un post para el blog Todo el mudo habla sobre El Padrino de Mario Puzo, y en este, continuaré con los temas que me mueven a compartir opiniones, además, siempre la abuelita nos da material, lástima que solo sean 300 minutos libres al mes y no se dé el dinero en la rama de los árboles.
La actividad es indispensable para la felicidad. El hombre debe actuar, hacer algo si le es posible o aprender por lo menos algo. Sus fuerzas requieren ser empleadas y él mismo no pide sino verlas producir un resultado cualquiera. En este aspecto, su mayor satisfacción consiste en hacer, en confeccionar algo, un cesto o un libro. Pero lo que procura una felicidad inmensa es sentir día a día crecer su obra bajo sus manos y verla alcanzar su perfección. Una obra de arte, un escrito, o hasta un simple trabajo manual producen ese efecto. Desde luego, cuanto más noble es la índole del trabajo, más elevado el gozo. Schopenhauer.
La aceptación de la opresión acaba por convertirse en complicidad, hay una cierta solidaridad y una vergüenza compartida entre el gobierno que obra mal y el pueblo que lo deja hacer. Sufrir es venerable, someterse es despreciable. Víctor Hugo.
La censura es indulgente con los cuervos, pero no da cuartel a las palomas. Juvenal.
La acumulación de todos los poderes en las mismas manos puede ser pronunciada con justicia como la definición misma de la tiranía. James Madison.

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