Odisea cubana.

Pues decididamente antier no era mi día. Debo haber salido con el pie izquierdo, todo lo anterior como dicen los ancianos y sus dichos.

Siempre que puedo compro jabones de sábila, los comunes me causan mucho escozor en la piel. De un tiempo para acá, no encuentro los dichosos jabones de sábila por donde resido; un amigo me comentó que los había en un lugar en Miramar que se llama La Copa, en una tienda de reciente apertura, ni corto ni perezoso, preparé la expedición, tomé 20.00 pesos cubanos para el almendrón y mis 10.00 cuc para el jabón y cualquier otra necesidad imperiosa que cayera dentro de esa cifra.

Todo sobre ruedas hasta que llegué a la dichosa Copa, un apagón tenía la zona sin electricidad, en la tienda recién abierta, cuando pregunté a través del cristal a un inmenso CVP, me explicó que no tenían luz, por la misma rendija de la puerta donde escuché, le pregunté por la planta eléctrica, "no tiene petroleo" ripostó. Con esperanza entré en una tienda que hace esquina cerca y que a pesar del apagón estaba abierta, preguntado el portero, ilustrome con la explicación de que quizás la tienda anterior ya había cumplido el plan. En esta tampoco encontré el jabón de sábila, me indicaron que quizás en la siguiente "al lado del Cupet", encontraría lo que buscaba, llegado allí se repetía la historia de la primera, cerrado por falta de luz, pregunté al portero o custodio, no se cual será el caso en esa, si ya habían cumplido el plan, al contrario de la primera tienda cerrada, cuando me vió sacar la cámara se acercó presto y me espetó "no fotos" en forma agresiva, puso su mano en la cámara y le explique fríamente: "no toques la cámara, puedes llamar al patrullero, pero voy a tirar la foto un poco más allá, de todas formas estoy en lugar público"; los allí presentes asentían con aprobación mis palabras, y uno que pasó de largo, decía su opinión en voz alta "que la tire y bien, hasta cuando es esto", en fin, dejé constancia de la fracasada expedición y las peripecias tras un JABÓN.

En la primera foto, la primera tienda, y las otras dos siguientes, de la última donde ocurrió el percance con custodio incluido.