martes, 19 de febrero de 2008

El Dictador ha muerto, viva el dictador.

Si a algo o alguien se debe el desenlace y nuevo capítulo del drama cubano,en primerísimo lugar, esa es la era de la informática y quienes usamos o en menor grado abusamos de ella. En un mundo cada vez más interconectado, con disímiles y variopintos medios para transmitir y recibir información, es prácticamente imposible ocultar por mucho tiempo la realidad o la naturaleza de los hechos y quienes intervienen en ellos. Deténgase a pensar lo diferente de estos últimos años de no haber contado con las transmisiones satelitales y el internet, pero medite aun más y se percatará del impacto del hecho personal y la incidencia en este. Antes, durante y a posteriori de la guerra fría enmarcado principalmente en el siglo dejado atrás, se popularizó la izquierda, con todas sus consecuencias, mayormente perjudiciales, se ha tratado de ahogar la individualidad como pecado lesa humanidad; producto de esa moda, surgieron regímenes con apariencia de paraísos o la expresión acabada de la sociedad perfecta para el ser humano; sus consecuencias están a la vista y ya son parte de los estudiosos y la historia; no es de temer en un contexto temporal amplio, los trasnochados dictadorzuelos y pichones de estos que intentan revivir para su provecho personal aguas pasadas que nunca movieron molino, el antídoto lo conocemos y sería cosa de aplicarlo para remediar el peligro latente de este cáncer redivivo.

La urna de cristal cubana, no se abrió ni se abre por obra y gracia de personalidades de uno u otro lado del espectro político mundial, tampoco como resultado de algún hecho específico bien sea nimio o tremebundo, no; se ha destapado gracias al milagro de la era informática, pues el ser humano ya posee per se la sed del conocimiento y esta era informática ha puesto la mejor herramienta hasta ahora conocida para calmar o aliviar esa necesidad imperiosa y conveniente de conocer. Si antes, en las cárceles cubanas languidecían aquellos que habían hecho uso del derecho reconocido a expresar sus opiniones, bien sea a favor o en contra, por la desidia dictatorial, a fecha de hoy, cuentan con las voces y solidaridad de los hombres de bien; si antes el dictador hacía y deshacía su antojo, creando cortinas de humo para ocultar sus oscuros designios, hoy se eleva como arcoíris luego de la tormenta, la palabra que desmiente y desenmascara.

En el bodrio de cuasi despedida, llama la atención por la desfachatez el texto: “Desconfío de las sendas aparentemente fáciles de la apologética, o la autoflagelación como antítesis.” El escogió de ha mucho la mucho más liviana senda de la egolatría y la flagelación de los otros, más fácil que las anteriores. Entre los libros leídos por el préstamo de manos amigas y confiadas, devoré primero El Hobbit y luego los 3 tomos de El señor de los anillos, cuya realización en la cinematografía se hizo fielmente; entre los personajes, hay uno que recuerda vívidamente al dictador, Gollum, quien era hobbit también, pero la ambición de poseer el anillo lo convirtió en el monstruo final; escuchar los largos y letárgicos discursos, recordaban la el my precioussss sibilante y rumoreado por lo bajo y su caricia con agarre pérfido de la silla dictatorial , frase preferida de la deformada criatura; el aferramiento contra toda lógica o sentido, se vio atacado el día anterior al de la renuncia, cuando tras el supuesto deseo de cuidar al senil dictador, rememoran una carta enviada años ha en la Sierra Maestra, resumiendo el acto dramatúrgico en su esencia y en su espíritu, fue como un “¿Por qué no te vas?” solapado, frase de último recurso como otras tantas de igual talante que no creo necesario recordar, cuando estos dictadores persisten e insisten en darle paso a otros con mayor o menor deseo de sentarse en el trono.

No nos llamemos a engaño, la libertad clarea en el futuro, pero es aun necesario no decaer en seguir nuestro canto de paz y deseo de mejores días para la isla, la larga noche termina, como se colige al recordar los días finales de las dictaduras pro-soviéticas, el muro o la gran cárcel comienza a caer en la isla, aun, habrá nuevos actos violentos y de corte policíaco, la fiera babea sangrienta en sus últimos coletazos y lanzará aun sus garras para herir en su morinauseabundez; pero cada día son más quienes han acercado sus labios o pellizcado la libertad, serán tantos mañana, que ni aun la fiera podrá alejarnos de la luz que se avisora y terminara sus días fenecida y olvidada, como el triste recuerdo que deja y que es, morirá en su guarida, como la víbora del veneno y será nuestro canto de alegría, de recuerdo.

Viva Cuba Libre por siempre.

1 comentario:

Anónimo dijo...

PATRIA Y LIBERTAD PARA TODOS LOS CUBANOS!

Te deseo suerte y una larga vida,

Cubanita.