domingo, 3 de febrero de 2008

6x6

El último panfleto del dictador, merece una respuesta adecuada, es decir, respondiendo los puntos que al final intenta pasarnos como el mago saca conejos de su sombrero. O para ser más exactos, como un holograma proyectando una imagen surrealista que a cualquier ignorante le puede pasar por real o cierta.

En el primer punto, el 1, le achaca a los países desarrollados el crecimiento del consumo de petróleo; totalmente falso, en los países desarrollados, cuyo nivel social está, como es lógico por encima del resto de países, se han venido desarrollando y aplicando soluciones para el ahorro o uso racional de la energía, entre ellos mencionaré algunos: la industria automovilística ha visto elevados los estándares de las regulaciones antipolución y los clientes, han concentrado su interés en vehículos de bajo consumo o con combustibles alternativos, es curioso como en Cuba, por ejemplo, se le eliminan los catalizadores acoplados que chequean los gases de escape, luego que comienzan a presentar problemas y desajustes, no siendo obligatorio el cumplimiento de las estrictas normas que rigen en Europa, lugar del que proceden la mayoría de los vehículos modernos importados al país, sería interesante conocer si estos estándares se aplican igualmente en los vehículos recientemente comprados a China, se infiere que los automotores chinos destinados a Europa si los deben cumplir, pero surge la duda en el caso de Cuba, porque es una venta contratada con el gobierno, quien legisla en la materia y ha demostrado ahorrarse dinero en detrimento de regulaciones propias del mundo moderno en materia de polución o protección del ser humano y el medio ambiente. Dentro de este mismo acápite, agregaría el cambio que se realiza de la televisión de tubos de pantallas a los más modernos y menos consumidores de pantalla plana, asimismo, se crearon directivas “verdes” con el propósito de reducir el consumo en los entretiempos sin uso de estos equipos y otros análogos como los usados en la computación. Lo que oculta el sátrapa, es la verdadera causa del aumento del consumo, achacable al inmenso aumento de la industria en los países asiáticos, principalmente China, que han provocado la consecuente elevación en el consumo de energéticos no renovables.

La escasez de alimentos sobre la que versa el 2 punto del bodrio, por mucho, no es nueva, siempre ha estado ahí, presente; traída a su tamaña dimensión con el desarrollo de las comunicaciones y el creciente acceso a la información. Otra causa palpable en el cono africano, está dada por la inestabilidad política y social, provocando la destrucción de la base alimentaria, la emigración de las zonas de conflicto y el deficiente flujo de las pocas producciones que sobreviven en esa inestabilidad y la ayuda procedente de otros países. Si temas como la amenaza al ecosistema, el surgimiento de nuevas potencias nucleares son pan de cada día en los medios de comunicación, el tema de la agricultura y la producción de alimentos, se ven como problemas de segunda mano. Al minimizar o no tratar con la debida importancia estos últimos acápites, agudizará imperceptiblemente hasta desembocar en una crisis de impredecibles consecuencias en el futuro. El constante flujo del campo a la ciudad, la merma en la fuerza de trabajo por ser la agricultura un trabajo muy duro y de poca rentabilidad a más de otras influyentes o determinantes causas, requiere de la atención futura. La producción de alimentos o fuentes de alimentos transgénicos a fecha de hoy mantienen divididos por igual a partidarios y opositores; se habla de posibles afectaciones o prejuicios para la salud humana, no obstante, no se tienen pruebas concluyentes que demuestren lo anterior. En mi opinión, es prematuro lanzarse contra el desarrollo y la producción de transgénicos, pues actualmente, provocan efectos iguales o menores a los ocasionados por los aditamentos introducidos como conservantes en los alimentos, no conocidos o documentados.

Continuando en el 3 su particular y distorsionada visión de la realidad, cabe señalar o repetir, en la misma tónica del primer punto, que si los países desarrollados implementan regulaciones para las emanaciones o el tratamiento de desechos, en países del tercer mundo como Cuba, que por ser una dictadura al estilo clásico, no existe una contrapartida poniendo en evidencia o señalando fallas conocidas o desconocidas a la opinión pública en este aspecto así como en otros. Al no existir en Cuba una democracia con un gobierno coherente que permita el equilibrio entre lo necesario y lo producente, se suscitan casos muy a menudo como el inconcluso tratado durante algunos números del Granma sobre el uso o mejor dicho, abuso a que se sometió el delta de un río en la provincia de Oriente, luego de inquirir entre los implicados, finalmente quedo en suspense, irresoluto. Allá por el año 95 del siglo pasado, visité Varadero luego de no estar allí por más de 15 años; el panorama era realmente impresionante por los cambios, ya se erigían unos cuantos de monumentales hoteles; durante una visita al extremo de la península, donde comenzaban a surgir nuevas construcciones, el propio guía se quejaba de la total ausencia de respeto por el medio ambiente, áreas extensas de vegetación contenedora de innúmeras especies desaparecían, incluso en donde se desarrollaba el diálogo, creo que un manglar, le estaban contados los meses; si Batista en algún momento planificó la conversión de extensas áreas en la costa norte de la Ciudad de la Habana, en complejos hoteleros, esto no se reflejaba de manera tan impactante en el medio ambiente, pues estas edificaciones serían construidas sobre el diente de perro mayormente, traigo esto a colación porque queda en claro la mala calaña de la dictadura, su inmoralidad y engaño.

El punto 4 queda, luego de recordar que en años anteriores se establecieron acuerdos entre Venezuela y Cuba para crear factorías que procesaran y extrajeran etanol, cuyo destino final sería su uso como sustituto del petróleo, para los geriatras, psicólogos o psiquiatras, porque luego, en un viraje total, que no se justifica ni por la conocida aversión que siente el tirano a contrariar a los estadounidenses, achacable a fin de cuentas, a la edad del sátrapa y los naturales fallos en el proceso intelectual que se suscitan a esa edad.

Como ladrón que grita ¡Al ladrón!, para distraer la atención y poder salir ileso de sus malandrerías, es en resumen el acápite 5. Si algún patrón se tiene para conocer que debe o no hacerse en la economía de un país para conducirlo a la debacle, es la ejecutoria del dictador en esa materia. Durante años ha sido perfecto en la derrucción metódica de la economía cubana, sin cortapisas ha ido de tal descabellada idea a mas cual absurdo invento, desistiendo finalmente, cuando ya ni el médico chino compone el mal, al buen decir del cubano. Como bebe cuando tiene a su alcance juguete nuevo y le da vueltas para investigar su propósito, hasta que finalmente decae su atención sin conocer su función, emplea al final del tal acápite un término científico, como para demostrar su sapiencia, condimentado con la natural creencia con el paso de los años en el ser humano, de que el mundo se encamina hacia la perdición junto con él. Transita por la última fase, la cual debemos ser cuidadosos de evitar cuando nos cae encima la ancianidad, de asumir que el mundo es y existe, hasta nuestro aliento final, y que todo proyecta una oscura sombra como el destino particular a que nos encaminamos, en fin, clasifica dentro de los apocalípticos.

Es conocida la similitud entre los dictadores o con ínfulas de serlo entre distintos métodos que a primera impresión pudieran parecer distintos, pero en su esencia, persiguen igual fin. Así, en el apartado 6, convoca a aplicar el tristemente recordado control de la natalidad entre los nazis quienes desesperados por el resultado del exterminio de los judíos, hicieron uso del método expedito de los campos de concentración y que aplican China en su primera fase por necesidad y Corea por conveniencia hoy día. Es curioso la velada alusión al gigante asiático, no precisamente para elogiarlo.

El 7, debe haberse producido en un momento de fatiga o lapsus mentís propio de la edad y el estado degradado del organismo, corto como el 6, más insulso. Quizás le hubiesen puesto al día luego de estar ausente de este mundo, por fortuna para los cubanos, agregaría yo, con el dato de una encuesta, que revelaba el interés de las nuevas generaciones en las noticias y la política.

Mira quién habla, titularía el 8, último del bodrio, pues durante la crisis de los misiles, se enfadó con los rusos por no haber empleado los misiles nucleares instalados en Cuba, se dolía de no haber provocado la 3 Guerra Mundial Atómica, que probablemente hubiese dado al traste con la humanidad. Se pregunta si hay remedio para el peligro creciente de la proliferación nuclear, si lo hay, salvo que no el que propone el vejete, la solución pasa por convocar a las naciones para evitar dictaduras como la suya y otras unipersonales, las cuales como la de él, escudándose en la “soberanía” con comillas, desean hacer y deshacer a sus anchas en detrimento de los nacionales del país que la sufre; pasa la solución además, por convocar a las naciones a intervenir de forma decisiva, sabia y concertada, evitando el uso de la fuerza de ser posible, en países cuyos gobiernos a semejanza de Irán, aplican leyes que incluyen amputación, lapidación y discriminación por sexo a sus nacionales, instando a la eliminación de estados reconocidos en el seno de las naciones y procurando a toda costa el arma nuclear, que en manos fanáticas santificadoras de la destrucción de vidas y con características como las que se describen, son un real peligro pasa la humanidad.

Sobre la visita del mandatario brasileño a Cuba, tiene más de rendir pleitesía al Capo di tutti Capi cubano y buscar al menos su neutralidad, evitando problemas venidos de la nada del bolsillo repleto de billetes del capo Chávez, problemas como los de México en su pasada elección y otros surgidos en países de Latinoamérica empobrecidos, con políticos prestos a escuchar el llamado a derramar sangre a cambio de dinero.

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