jueves, 14 de febrero de 2008

Un mundo mejor existe, sin dictaduras y sin violencias.

He utilizado como regla o norma en el blog, no acogerme a los justificados días señalados para recordar a los olvidadizos fechas de significación para la humanidad en general o algún país en particular. En cambio, si he comentado acerca de asuntos muy cercanos a estos acontecimientos singularizados por un día en el almanaque anual. En mi vida personal, trato con bastante éxito de recordar estas singularidades regularmente dentro de un período mucho menor que el anual, de esta manera, más que recordar personas o hechos, recuerdo la esencia o sustancia por la que han sido destacados y más que esto, la vida diaria, interesado en tantos y diversos temas, me lleva por profundidades insondables, recuerdos, análisis y síntesis, en que me encuentro con los hechos y personajes, es repasar para aprender siempre, sacar de lo conocido la sabia nueva y renovadora que tantos y tantos seres humanos de bien han legado para la posteridad.
El 30 de enero próximo pasado, la dictadura omitió irreverentemente el aniversario 60 del asesinato de Mohandas Karamchand Gandhi, más conocido por Mahatma Gandhi. Un recuadro en el periódico de la mentira oficial, en la esquina superior derecha de la última página, con letras pequeñas, en el recuadro de las efemérides, se hace alusión a la fecha, como una obligación. En las páginas interiores, ausencia total al brillante personaje histórico o referencia al suceso.
A omisión de parte, relevo de pruebas; la dictadura salta de alegría cuando se suscitan actos violentos en su contra, y de no existir, los crea y recrea en toda oportunidad con métodos refinados o burdos, según la inteligencia o ausencia de esta, de quien organiza la represión a los opositores. Es la violencia tan natural a la dictadura, como lo puede ser el hielo al frío, o la oscuridad de la noche a lo tenebroso del delito.
Es por ello, que siquiera contar a los cubanos las circunstancias y las enseñanzas de quien estableciera la factibilidad de la no violencia con pruebas irrefutables, históricas, incluso al precio de su vida como constancia de la consecuencia de sus actos y su pensamiento, a este modo respetuoso de la vida cuando se reclaman los derechos conculcados, aun en el desenlace.
Un mundo mejor existe, sin dictaduras y sin violencias. Alma Grande Gandhi, lo demostró.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quien necesita a las dictaduras? Los dictadores solamente para mantenerse en el poder. El pueblo no los necesita para nada. El dia que ya no esten Cuba florecera en todo su esplendor.

Yo te sigo leyendo. No te rindas.

Saludos,

Cubanita.