De lo más importante que se hace en nuestra vida, es escuchar la opinión de otros, callar para oir, escuchar para entender. Conversando hace poco, alguien alumbro mi mollera, pues no me explicaba el repunte del turismo según los medios cubanos y otros resonantes en el extranjero, ya sea porque resuenan por coincidir o por notificar, cuando la realidad es bien distinta, me contaban la prestidigitación usada en este caso particular del turismo por la dictadura, dentro de la famosa cifra de 20 000 más, cuelan a todos los latinoamericanos que de hace un tiempo nos inundan, la mayoría de ellos entrando y saliendo hasta 2 veces por año. En realidad sería un número negativo la cifra real de turismo, pues deben andar en más de los 20 000 los latinoamericanos visitantes, ya sea por motivos de salud, de estudio u otros.
La realidad, bien diferente de la propalada por los miedos de comunicación de la dictadura, es que a raíz de la subida de precios y otros frenos al turismo, bien pensados y ejecutados por el dictador, quien no desea esos visitantes que propagandizan la "miseria" capitalista, no viene casi nadie a Cuba.
Si algo debe dominar quienes están al servicio de la dictadura, son los números, no los reales, sino, los números imaginarios y trastocados para llenar los oscuros propísitos del tirano. Por la mente no le pasaría a alguien entrenado, pues ninguno cae de fly, decir lo que no debe en cuanto a estadísticas, si se equivocan, les remiten nuevamente la cuenta hasta que dé o se buscan otro que sepa hacerla.
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