domingo, 27 de mayo de 2007

L&F

Alguna que otra vez, nos ha sucedido encontrar alguna cosa y después perderla, no nos causa gran contratiempo o pesar. Como el objeto encontrado, no fue resultado del esfuerzo propio, en realidad no nos interesa mucho.
A menudo escucho la frase "encontré el amor", y a menudo también ese amor se va como vino, sin penas ni glorias, porque se encontró, así se perdió.
Mi experiencia propia y la observación de este mundo, me han llevado a pensar que en el amor, como en tantas cosas que tienen que ver con lo humano, es mejor descubrir.
En cada persona, hay un maravilla oculta esperando a ser descubierta, y muchas veces, ni el mismo propietario conoce su existencia. Descubro cada vez más, el amor en otras personas, no solo el amor de pareja, que sin dudas provee mucha satisfacción a quien lo descubre, es el amor en su sentido más amplio.
Así como no hay hombre malos, sino hombres que hacen cosas malas, todos tenemos el amor en nosotros, el tesoro que a algunos les lleva la vida entera encontrarlo en si mismos y en otros, esta ahí donde no lo hemos buscado.
Si en lugar de encontrar el amor, lo descubriesemos en nuestra pareja y en aquellos que nos rodean, tengo la certeza de que los divorcios se reducirían y los problemas de este mundo en su mayoría ya tendría ha mucho solución.
No es amar lo que se tiene, ni por obligación, es descubrir el amor que se lleva para nuestra satisfacción, y quien sabe si ya de paso, no lo descubrimos para el que lo posee.
No es la vida una sucesión de Lost & Found, es propósito satisfactorio para aquel que descubre el tesoro del amor, en él y en otros.

No hay comentarios: