lunes, 2 de agosto de 2010

Visión.

He escrito aquí, de como han influenciado las metrópolis sobre las otroras colonias; trasvasando muchas costumbres e idiosincracia a los que ahora son paises independientes. A su vez, he comentado lo que a mi entender, es el resultado principalmente de conceptos y maneras de conducirse establecidos por la religión preponderante a saber, la protestante y la católica; al ser la protestante una refacción necesaria de una religión que per se frenaba el desarrollo, introdujo elementos influyentes en el resto de la sociedad, una sociedad más enfocada en el individuo, en su participación como ente individual al contrario de la católica, con un dogma estricto y destinado a masas obedientes y temerosas. Hoy el resultado es palpable en las sociedades resultantes, mientras no fue traumático el desmembramiento de las colonias británicas, por el contrario, las que pertenecieron a la corona española o portuguesa, ha dejado heridas profundas, que supuran de cuando en cuando en la actualidad.
La emigración históricamente hacia EEUU, no ha tenido un climax tan severo como la latinoamericana de unas dos decádas para acá, dejando sentir como era de esperarse una fuerte influencia en la sociedad norteamericana, una influencia que crece por tiempo y perfusiona esa sociedad de manera evidente.
Muestra de ello, es las manifestacion y toma de posición alrededor del crack bancario recientemente sucedido. La tendencia mediática es culpar a los bancos, al poder económico, político y financiero, a fecha de hoy, la influencia de los medios en una población que en muchos aspectos no posee criterio propio, y si tenemos en cuenta la toma de muchos medios por poderes interesados en debilitar a EEUU, se tiene idea de por qué en la actualidad se acepta por muchos la falsa idea y el fantasma maligno que se quiere crear por inducción.
Partiendo de que la sociedad norteamericana y en general aquellas derivadas del dominio inglés, basan en una perspectiva individual la visión del mundo, son ajenas las manifestaciones vertidas de un monstruo culposo y alevoso, de una responsabilidad en tierra de nadie, sobre todo la responsabilidad individual, ausente mayoritariamente en los países pentrados por el dogma estricto.
Ningún banco sostuvo un arma contra la sien de quienes hoy plañen y se quejan de su sino, ninguna institución bajo amenaza obligó a persona alguna a asumir responsabilidades que ahora tratan de diluir en otros, en el ente, en el monstruo que visualizan desde sus miedos, aupados por seguidores de teorías faltas de fundamento o que se ha demostrado hasta la saciedad son falsas.
Para resumir, dos factores principales se han hecho conjugar y se intentan pasar como válidos, para explicar fenómenos han sucedido sin mayores consecuencias. El uno, una crisis artificialmente creada por el stress igualmente creado en torno al petroleo y el otro, un sobredimensionamiento mediático que parte de quienes supuestamente conocen de los temas, mal intencionados en ganar protagonismo y atención; y el otro, quienes tras bambalinas tiran de las cuerdas para sus oscuros propósitos, con carteras repletas de billetes que reparten generosamente comprando medios influyentes y a quienes se presten para ser manipulados, repitiendo la misma cacofonía propagandística.
No es de extrañar que hayan distorsionado asuntos importantes como el medio ambiente, la libertad y la democracia en aras de su propio interés, con tiempo y dinero de sobra, distraen a quienes emplean su tiempo trabajando en una economía funcional, desviando la atención.
Atacan ese individualismo responsable, la base de las sociedades primer mundistas, como lobos bajo piel de cordero, como han hecho quienes se aprovechan de la ingenuidad y la buena fe de los pueblos, tratando de llevar este mundo a un callejón sin salida, a un abismo apocalíptico, a la oscuridad peor que ya vivió la humanidad en la Edad Media, no les importa si finalmente, ellos mismos arden en el fuego provocado, porque su ego, es como un enorme agujero negro.

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