lunes, 9 de agosto de 2010

Cosas veredes Sancho.

Hoy me comenta un colega "...cambiaron a los disidentes por los 5...", esa es la estrategia diseminada por la dictadura cubana; la táctica, presionar gimiendo y suplicando por los espías presos en EEUU, en la primera, la estrategia, incluire la moneda de cambio del contratista norteamericano, encarcelado en las mazmorras cubanas.
Leo las declaraciones de Ortega, me pregunto hasta cuando van a diferenciar el plano oficial del extraoficial, como si de un país demócratico o un juego político se tratase. El sátrapa sustituto podrá haber declarado lo que quisiera a Ortega, pero públicamente, el discurso es duro, cruel, no se hacen concesiones, son dádivas de un gobierno dadivoso, seguro de si y su solidez.
El suavizamiento aparente, sólo persigue dar un último descanso al morinauseabundo, culpable directo del destape de sus espías; mientras plañen al exterior, dentro siguen dando de patadas a la oposición, a quienes se manifiestan contra el gobierno, como es su derecho; la represión se ha recrudecido, se ha incrementado; la caricatura que me represento es al dictador y su claque, que saluda a EEUU mientras tiene cogido por el cogote al pueblo, y le muestra de refilón la navaja y hace pequeños cortes en el rostro de Liborio, amenazando con ir a más si no es escuchada la demanda, pues eso es en realidad lo que hay detrás y delante, públicamente expresado en distintas maneras y por todos los voceros, una demanda, una exigencia; el chantaje para el que se ha prestado Ortega, quiere mostrar disposición para hacer y algún que otro "gesto", en la realidad, han chantajeado y actuado a su negra entraña; los presos fueron presionados por Moratinos, Ortega y comparsa para que tomaran el camino del destierro, era el destierro o la muerte de Fariñas.
La historia presta muchas realidades de que vendrá luego, cuando consigan lo que pretenden; vuelta a la represión pública e impúdica, de vuelta a la misma actitud vergonzosa de negar e intentar cubrir el crimen y el terror destados en Cuba.
La historia, puede que se repita, espero que no, ya es hora de ser consecuente y recordar a donde han conducido las concesiones y prestar oidos a las mentiras de la dictadura cubana, a más represión y terror, más de quienes creen que algo ha cambiado, que ahora sí habra algo de paz y tranquilidad para poder cambiar el sistema, ilusos extraños a más de 50 años de una dictadura feroz.
Sí, el dictador y el sustituto quieren hablar con EEUU, pero no dejar hablar a los cubanos, ni a los propios EEUU, es su voz la única que quieren que se oiga, el resto, callará, por desmayo o miedo, por ver repetirse el hecho. Luego de consumada la intención dictatorial, correrán nuevamente el telón y detrás el mismo escenario, la misma escenografía de presos, citaciones, amenazas y ausencia de derecho y libertades.
Acaso los que creyeron en Hitler vieron sus esperanzas repletadas o tan siquiera cumplidas, no; los que creen las mentiras de ególatras empeñados en perpetuarse en el poder a costa del daño, yerran, yerran por ellos y desgraciadamente, en detrimento de otros. Son como las mentiras dichas a quienes llevaban a las cámaras de gases fascistas, "el baño", "la higiene", sí, el baño en sangre y la higiene aterradora de los asesinos, y luego que son asesinos, ¿acaso no serán mentirosos también?, luego que se pierde el pudor y la decencia, luego que no se ha respetado repetidamente la vida humana, ¿sentirán la más mínima duda para mentir?, no y mil veces no, volveran a revolcarse como puercos inmundos en la sangre del pueblo cubano.
Cuidado quienes creen que bogan hacia una luz, y van derecho a la complicidad con asesinos y mentirosos.
No olviden a Zapata, asesinado impúdicamente; no olvidar a los miles y miles de muertos por la mano de la dictadura; no olviden las tantas veces que han negado la entrada de funcionarios internacionales para ver por los derechos humanos y lo más importante, porque finalmente, por aquellos que han muerto nada queda de nuestra mano por hacer, sí se puede hacer por los que vivimos bajo el yugo, por los que muchos ya están marcados por la dictadura para perecer, ser encarcelados, pisoteados, abrumados a diario por desgracias y miserias, los que aun pueden salvarse.
Por aquellos y por nosotros, hagan lo que deban hacer, lo que les toque hacer; porque de lo bien que obren, así será de cercano el día de la libertad y la sangre cubana ahorrada, las vidas arrrebatadas del verdugo dictatorial para que vean la luz del alba de ese día de la libertad.

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