Extremos.

Vivir para ver, 2 años atrás, conversaba con alguien que poseía títulos, no solo ellos, tenía la práctica; y realmente me asombró el poder de desinformación de la dictadura, el tédnico en cuestión, me afirmaba la posibilidad de identificar señales satélitales provenientes de equipos para la Internet. A fecha de hoy, sólo si los chinos u otros (e.g. los iraníes) quisieran proveer esa información a los cuerpos represivos de la dictadura, usando de los satélites enviados por ellos, se pudiera quizás, entiendase que quizás, detectar la tal conexión. Los equipos satelitales de hoy día, no pasan de 5 watts de potencia, la antena es totalmente direccional, a más, están localizados, camuflados en edificios, unos cuantos metros por encima de la superficie, por encima del alambrado electrico y telefónico, radiadores de innúmeras interferencias, de manera que es muy poco probable la indentificación y localización de los tales; aun las señales espúreas, propias del mal estado de las líneas eléctricas, telefónicas y en los cableados de las casas, harían más probable que usted ganara una lotería a ser atrapado en el acto de navegar el internet por satélite.
La gran falsedad, ha sido calzada por la confiscación de estos equipos, pero por casuas bien cubanas, la propagación de boca en boca de la existencia, los órganos represores, han usado la táctica de callar el origen, achacándola a medios técnicos. Esto demuestra las avanzadas técnicas de aterrorizamiento de la población, el sútil método de crear la inseguridad y el ataque a las libertades ciudadanas reconocidas internacionalmente. Es hora ya, la hora de demandar libertad, no mendigar, no solicitar buenamente a quienes malamente han conculcado los derechos de los cubanos. Que cumplan los pactos, libertad ahora.