EL primer blog que leí en internet, lo recuerdo bien, fue el de Rui Ferreira "Herejías y Capirinhas", me pasó como al perro soviético cuando el perro americano le invitó a Nueva York, lo que más le gustó al perro soviético al ser preguntado fue, que podía ladrar todo lo que quisiera y cuanto quisiera. Es realmente extraño para un cubano, creo yo, poder hablar libremente sin mirar por encima del hombro para ver quienes escuchan, aclaro que aunque uso la palabra hablar, obviamente el verbo es escribir, todavía no llega tan lejos la cuestión.
Luego por el blog de Rui, caí en el Alejandro Armengol, "Cuaderno de Cuba", que luego de leerlo por un tiempo, me gustó menos que el de Rui, el portugués, europeo al fin, no era de bilis tan pesada como Armengol. Poco a poco he visitado menos Cuaderno de Cuba, mayormente cuando lo enlazan por algún comentario.
Armengol clasificaría muy bien, dentro de la misma novena que el moribundo dictador cubano, quien sabe si difunto, la persona que juzga desde desde uno de los dos lados de la sala de justicia, usualmente coincidiendo con posiciones del dictador; y si malo es juzgar sin ponerse en el sitio de juez, peor es hacerlo si se es periodista. Es mi parecer que el periodista y el buen periodismo, más allá de la opinión personal, debe informar de las opiniones de la cuestión en litigio, tanto las que sean a favor o en contra, pero también entender, aun cuando disienta de los motivos de cada parte y si no toma partido, pues mejor, la sentencia finalmente queda en manos de la historia.
Quien lee el blog de Armengol, creería que aquellos que se oponen radicalmente contra el dictador y la dictadura cubana le han ocasionado algún prejuicio o percance a Armengol. Si estos últimos son acérrimos enemigos de la dictadura, con justos motivos, agregaría yo, Armengol es acérrimo enemigo de ellos, sin motivo, agregaría yo.
Pero más allá de esto, las posiciones usualmente sostenidas por Armengol, me recuerdan las del dictador en ocasión del lúgubre 11 de septiembre en Nueva York; recuerdo que el dictador, luego de declarar en breves palabras su posición contraria a tales actos, dedicaba párrafos completas a explicar porque estaban justificados, y desenrrollaba un papiro de denuestos y críticas contra EEUU. Si alguien lo duda, lea este comentario "Insultos, amenazas y justificaciones" aparecido en el blog. De no estar comprobado que el blog es de Armengol, hubiera pensado que era del mismísimo Coma-andante.
No me anima nada personal contra Armengol y si contra su forma biliar de tratar el tema cubano y a los cubanos que son enemigos confesos y por todos los medios del dictador y su dictadura. Entiendo a esas personas que fueron tremebundamente perjudicadas por el dictador.
En ese mismo post, pone en tela de juicio el método para obtener grabaciones, caramba, ya que es periodista, pudiera al menos informarse e informarnos con certeza, imagino que no le esté vetada esa información, sobre el origen de las grabaciones, antes de especular con clara intención y prejuiciada intención. Ahí también arremte contra Ninoska Castelló. saca fuera de contexto y tergiversa motivos y acciones según su particular entender.
Esta frase, Pero el asumir el papel de víctimas sin motivos reales es tan condenable como el convertirse en agresor. es uno de los clásicos peros de sus escritos cuando se trata de reconocer asunto o cuestión favorable a los que considera sus ¿enemigos? pregunto yo a Armengol.
Si usted va a asumir el papel de juez y ponerse la toga, sentarse a ventilar asunto, no se siente ni con la fiscalía ni con la defensa; si es periodista, tenga mesura, respete la causa y el efecto cuando lo amerite, lo cual me parece que ocurre con el exilio cubano. No ocupe sitial de Dios cuando es tan humano como nosotros, reconozca la viga en su ojo, antes que la paja en el ajeno, sin peros, cortapisas o remedos. Al contrario del derecho latino, en donde vive, para su suerte, es inocente hasta que se pruebe lo contrario, más allá de toda duda razonable; y si duda, piense siempre lo mejor del prójimo, creame, la próxima foto no saldrá tan adusto.
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