Actualización del blog.

-Como las fieras cebadas, sedientas de la sangre que han probado, así se arrojan sobre los inermes ciudadanos cubanos los gendarmes y aupadores de la dictadura cubana, los pocos, los menos, la minoría oportunista que siempre existe para vergüenza de los pueblos. Se escudan en la fuerza bruta y brutal, no tienen el valor, la valentía de reconocer la verdad que ven y viven, aun para mal suyo y de otros; prefieren las sobras y la caricia del tirano como animales domesticados y como ellos, se lanzan achuchados sobre sencillos ciudadanos cuyo delito si es que lo hubiere en tribunal alguno, es reclamar la libertad y la democracia que nos traerían una vida de decoro y al fin, nos permitirían hacer florecer la isla, hacerla florecer de las ruinas dejadas por la dictadura, económica, social y políticamente.
La cobardía de unos pocos violentos, arremetiendo contra los menos por los derechos de los muchos temerosos que se niegan a exigirlos, queda en los lentes y en los corazones de ciudadanos del mundo, hoy es noticia, mañana es el triste recuerdo y alguna que otra mencion recordatoría en la sección de noticias, no será portada de diarios o asunto de organismo internacional. Así estamos los cubanos de olvidados en nuestra desgracia.
Algunas honrosas excepciones, no bastan para hacer notar a los estúpidos, que los hay y muchos o peor aun, a los que por conveniencia oculta en reiterar oportunidades a quien no las tomará, poco pueden hacer por al menos, cooperar en traer libertad y democracia a Cuba, y más importante diría yo, por conjurar la amenaza cierta de una rebelión de un pueblo esclavizado contra su voluntad, por la fuerza, el terror y la violencia; por conjurar el baño de sangre fraticida ante el cierre y la clausura a cal y canto de la posibilidad de mejorar, progresar y tener una vida digna. Los horrores cometidos contra personas indefensas hoy, son los que ayer vivieron y han olvidado los europeos y otros países, no quiera el destino que les depare por la indolencia, otro futuro como el tal que ha diario viven los cubanos.