sábado, 21 de noviembre de 2009

Carta a los políticos norteamericanos.

Veo a menudo turistas de Europa, Canada y otras regiones de este planeta en Cuba, cualquier cubano les ha visto, quizás hasta congraciado o congeniado con alguno de ellos; como no, también hay bodas, buffets y despedidas, de los cubanos que parten con estos turistas y garantizan, increíblemente la posiblidad de entrar y salir de la isla.
Hace más de una década la dictadura cubana, por conveniencia y a sabiendas de los mínimos efectos para su despótico gobierno, abrió el turismo a la isla y aun más, abrió también la inversión extranjera en el país; a la vuelta de este tiempo, todo permanece tal cual; como era de esperarse, los turistas vienen a divertirse y pasar un buen rato, no les interesa y mucho menos quieren meterse en los asuntos internos de un país extranjero, menos aun de una dictadura, lo que pudiera resultar en problemas para ellos.
Si en algún momento al tomar el poder el dictador sustituto Raúl Castro, podía esperarse cambios aun mínimos para la situación, quienes han cambiado en la realidad, son otras personas, y hay que decirlo, para mal. Si antes no les interesaba ni la política ni los políticos y densotaban contra ellos desmedidamente, hoy ven la realidad de que la política y los políticos son asunto serio y respetable; lamentablemente, no maduran, no crecen de consuno con ese cambio visible; creer y peor aun, solicitar turistas norteamericanos porque estos de alguna manera cmabiarían algo o influenciarían en cambio alguno, a más de infantil es irresponsable; es como dar pan al perro que nos ha mordido, volverá por más pan con mordida previa, no lo duden. Por una extraña actitud optimista en extremo, creyeron aquellos de allende los mares en influenciar también con la apertura de años ha, un cambio hacia la democracia y la libertad de los cubanos, ingenuos, pero también irresponsables ahora; la apertura oxigenó a la bestia que se asfixiaba por su propia incompetencia y cobró aires para seguir aterrorizando al pueblo cubano.
Lo anterior, en el sentido pragmático, lo más importante, los ideales de libertad y democracia que ha sostenido y practicado el gobierno de EEUU y que han sido ejemplo para el mundo, son un recordatorio de que más allá de la conveniencia o el individualismo brutal, hay una convivencia mucho más importante, hay una consecución de ideales puestos en práctica, vitales para que sobrevivan los elevados principios de los padres fundadores de la nación americana.
Sí, los estadounidenses tienen derecho de viajar a Cuba, pero tienen el deber de no hacerlo, y es su gobierno, elegido por esos ciudadanos, quienes deben recordarle la historia de solidaridad y apoyo a las justas causas por la libertad, la justicia y la democracia.
No se discute en este asunto el derecho de los ciudadanos norteamericanos, ese existe per se, se trata del deber de esos ciudadanos de ser consecuentes con su historia y más aun, con los primcipios que entregarán a los futuros norteamericanos, porque cabe preguntarles, ¿acaso querran que esos futuros ciudadanos olviden sus deberes humanitarios por priorizar los derechos propios?, no me parece, ni sería saludable.
Es un asunto de dignidad, de justicia, de amor por el prójimo, porque mañana en la hora luminosa que se avizora de libertad en Cuba, recordaremos que contra todas las personas y mentiras que han propalado la burda mentira de un principio interesado y mirando la bolsa, ese gran nación no cedió al interés mundanal para pisotear sus ideales y se mantuvo firme al lado del sufrido pueblo cubano.

1 comentario:

maria c. dijo...

Amigo, los norteamericanos no viajan a Cuba porque el gobierno se los tiene prohibido pues es un fluir de divisas para el gobierno comunista, y yo no se los critico, pues el gobierno de Castro lo unico que ha hecho es robar a los cubanos y negocios americanos que estubieron enriqueciendo por años la Isla, Ahora los cubanos podemos ir pero a que costo?
Nos vandalizan en el aeropuerto, nos esquilman al darnos la visa, el pasaporte nos sobrecargan con el 20% adicional y admenas nos quieren volver a cargar $$ por los articulos que podamos llevar a nuestros familiares.
Con dolor de mi alma, pero no resisto mas esa humillacion prefiero no volver.