¿Quien atiza la discordia?

Curiosamente, las ofensivas declaraciones del pimpollo de dictador Chávez, no aparecen en la edición del lunes, reportan la noticia de la bobería dominical, pero de los epítetos ofensivos, ni una palabra. Otras veces ha sucedido, son tantas las pifias o desmadres de Chávez, que hacen palidecer o al menos abstenerse de dar el espaldarazo al pichón de dictador por sus símiles cubanos. Aun cuando dió la callada por respuesta al detallado y veraz artículo del diario español El País, sobre sus vínculos con los narcoterroristas de las FARC, ahora arremete como animal salvaje y falto de toda decencia o cordura, contra el presidente Uribe. Es característica en los dictadores tomar como personal algo que le es dado para ejecutar en nombre del pueblo, no existe la conveniencia o el límite, para ellos, dueños y señores de los destinos del país, actuar sin pensar.
Al expresidente Andrés Pastrana, le veo muy pocas posibilidades de éxito en su propósito de mediar en el conflicto, pues de antemano a llamado a los amigos de Chávez por su nombre, terroristas, además, sin parecer redundante, pedirle a Chávez que piense, es como pedir las peras al olmo.
Detrás de todo esto, hay dos peligros mayores que un conflicto diplomático, está el deseo de Chávez de entretener a los venezolanos aun llevándoles a una guerra y el financiamiento que dará el sátrapa venezolano en el futuro para desestabilizar Colombia poniéndola en manos de los narcoterroristas, cuenta con el fondo y la falta de seso para esto.