lunes, 14 de enero de 2008

¿Por qué hay guerras?

La mayoría de las parejas, pasan delante de una vitrina donde se pueden ver variopintos recipientes; la mayoría adquiere el suyo, gratuitamente, sin saber cual le tocará. Luego, algunos le usan para la ropa sucia, otros, para la basura, los hay que echan tanto de uno como de lo otro, de manera que luego, cuando quieren recuperar lo importante, se ensucian las manos en una infructuosa búsqueda de lo perdido, los de más allá, los menos, han acomodado cosas bellas en ellos, útiles, buenas. Siempre llega el momento de dejar ir el recipiente, adquirió independencia y tiene vida propia ya; se va, no sólo con lo que hemos echado en el, sino también, con lo que algún participante casual ha arrojado, bien sea a ojos vistas o subrepticiamente. Finalmente es como nosotros, quizás aprenda a recoger en el camino, a botar lo inservible o molesto y recolectar para mostrar lo útil, lo conveniente y bello; no son muchos, pero cada día serán más, ténganlo por seguro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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