lunes, 12 de julio de 2010

Actualización del blog.

-Eramos pocos y parió catana, es un dicho muy usado en Cuba, para significar que se agrega algo más sobre lo ya molesto o inconveniente; viene a mano la frase al leer un artículo tomado de Rebelión y publicado en el bodrio Granma, a resultas de esta nueva afirmación sobre sucesos que condujeron a la guerra entre Japón y EEUU particularmente, dentro del conflicto de la II Guerra Mundial, intentan de manera socarrona, achacar la culpa del inicio del conflicto a EEUU, algo como que EEUU lo provocó; esta manera de pensar, ha sido publicada porque le es afín a la dictadura y secuaces alrededor del mundo; la afirmación, viene a formar parte del catálogo de estupideces, como negar la realidad del holocausto contra los judíos. En una analogía retorcida, para no faltar a los fronterizos mentales, comparando a aquellos con ellos, propia de aquel bolero canción: decir que lo blanco es negro; los agredidos quieren ser pasados por agresores, y a quienes asiste la razón y la justicia, como delincuentes comunes, expresión esta última muy socorrida por la dictadura cubana para referirse a los opositores. El cromañonico revisionismo, para negar la verdad, sólo tiene resonancia en quienes se han dedicado a tergiversar y engañar a los incautos; aunque ver al sátrapa venezolano considerar y consensuar con esas mentiras, en su caso en particular, es repugnante. Nada, que la estupidez, ya tiene vestido de fiesta.

-Luego de colocar los hechos dentro de un espacio tiempo, varios amigos llegamos a la conclusión, que el inesperado giro dado por el sustituto en la silla dictatorial, hizo levantar al muerto. Paso reclinado con una caravana, distinta por lo menor a aquella con la que otrora se pavoneaba, en dirección a la Plaza; con toda probabilidad, haya ido a recriminar al hermano lo que para él, es un desliz; la liberación con destierro, provocada por el delicado esado de salud de Guillermo Fariñas, pieza determinante en la resolución de muchos presos de emigrar, es según el estricto e iracundo código del sátrapa, una "demostración de debilidad de la Revolución", alla fue, pasó como un espectro, como lo que es, un fantasma indeseable y como dice un amigo, amenaza con aparecer en televisión, de manera que ya deben haber tomado las medidas oportunas, para evitar que se desbarrancque más de lo que ya lo hace en sus "inflexiones". Algunos apostamos que presentarán un anuncio "revolucionario"o algo así como un documental si empieza a desvariar o despotricar.
-Mientras leo la abuelita alzhemeriana (Granma) llama mi atención la mayonesa que unto en el duro pan diario de cada día, leo el detalle y noto que es de EEUU; por ahora, luego de que desapareciera la mayonesa canadiense Select, es preferida de muchos; ha pasado al primer lugar de las mayonesas; marca Mayonaise, el precio es de 4 y pico o 5 y pico, cara; calculo conociendo el comerciante, que debe costar menos de un dólar, los precios de venta en Cuba son exorbitantes, con hasta un 400% por encima del de costo. Trato de imaginar como es que existe el "bloqueo", embargo en realidad, si estos productos, de cuarta o quinta necesidad, son vendidos a Cuba para luego apuñalar a los consumidores cubanos con los precios, inevitables pues el amo es el mismo en todos y cada uno de los comercios y mercados, no encuentro ni pies ni cabeza sobre como esta mayonesa y se puede intuir otros productos, caen en la categoría de insoslayables para la subsistencia del pueblo cubano. No en vano, hay tantas organizaciones norteamericanas mirando más al bolsillo que al interés de la nación norteamericana, tratando de levanatar, no el embargo, sino fortuna a costa del sufrimiento del pueblo cubano, complotadas con la dictadura en un acto vergonzoso, para esquilmar a los cubanos de la isla. Mientras, Fariñas en ese momento se negaba a ingerir alimento alguno, ya iba para meses, con peligro para su vida; pero la crueldad de la dictadura, no le dejo otro camino a Fariñas; vuelvo a mirar la mayonesa y quedo pensando, si podrá más el brillo del oro que la verg!uenza humana.

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