viernes, 17 de julio de 2009

Mentiras al por mayor.

Llueven las mentiras de la dictadura diariamente, es una fábrica de mentiras incesante. Aquí, daré espacio para rebatir algunas de ellas que no por conocidas, acabamos muchos en Cuba de caer en la cuenta de us existencia.
Con regularidad, estrujan en la cara de cuantos pueden, la supuesta gratuidad de la educación, salud, etc. Entonces, cabe preguntarse, a donde van a parar los ingentes fondos que se descuentan de todos los salarios, el 12,5% más un 8% me dice alguien, de sabe Dios que invento, algo de impuesto a las empresas, es decir, 12,5% que no vemos los cubanos de nuestros ingresos; por tanto, decirsobre gratuidad en algo para los cubanos, es una mentira de marca mayor, hasta el morinauseabundo, fan a meter la pata, habló de gravar con un impuesto a los cubanos, este ya existía, pero ni aun el lo conocía de lo depreciado y chocho que estaba.
La desfachatez de gravar el aumento a los maestros en días recientes, tan pobre es el peso nuestro de cada día, pasó inadvertido, no espera ya nada bueno de la satrapía, de la dictadura, el cubano simple, ganar el sustento diario gana toda su atención, además, de que serviría quejarse o protestar, sino para ganar la represión y el empeoramiento de la situación de él y los suyos; sólo algunos pocos, de bolsas grandes como las de Maceo, han desafiado y desafían la cruenta dictadura, aun al costo de su libertad.
Como en el "alza" del salario, que luego de la subida de las tarifas de los servicios, ejecutada paralelamente, en la realidad se convirtió en una rebaja de los salarios, pues de que sirve ganar 60 pesos más, si a la par debo pagar 80 pesos por el alza de la electricidad, el agua, el gas, los productos de la bolsita básica (que no canasta).
Creen los estúpidos que los demás lo son más que ellos, pero en la realidad no es así, nos damos cuenta el pueblo de sus triquiñuelas y trampas, pero como pueblo, cobraremos en justicia mañana lo que nos han pagado hasta ahora en represión y terror. Como pueblo, más temprano que tarde terminaremos la etapa que por más de 50 años ha llevado al país a la derrucción y la miseria. Y más importante, seremos la muestra de lo que no debe permanecer en la América de hoy, de que no merece la pena entregar la libertad a cambio de las supuestas gratuidades, que al final son cadenas una sobre otra.

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