miércoles, 23 de abril de 2008

Pienso, luego escribo.

Tiempo ha, ...no he dejado nada en la playa, no se apresuren, mi mollera dejo de funcionar parcialmente, ahora salvo las horas de descanso nocturno, donde se supone que dormimos, el resto del tiempo trabaja incesantemente, aun cuando realizo manualidad obligatorias al vivir en una dictadura de izquierda comparable a aquello de que si me encuentran aunque sea una sola cosa que funcione como Dios manda, al decir de mi abuelita, que Dios le dé una democracia donde esté, será salva por los siglos de los siglos, pues encontrar esto, es del tipo de imposibilidad como la que provocó la destrucción de Sodoma y Gomorra; así por ejemplo, tarde en la noche, pasan los monstruos nuevos y ya sucios, prácticamente vacios, devoradores de combustible, a diferencia de minutos, ¿la explicación?, van a ahcer noche-madrugada en el otro extremo de la ruta, son unos 4 o 5, devorando el silencio de la calle desierta a esa hora; no solo esto, lo mismo puede encontrarse de día que de noche ese extremo o variabilidad de atestados y vacíos articulados metálicos; es inevitable la comparación mientras imagino si hubiera un dueño doliente en el bolsillo, este se cuidaría de proveer una mezcla de articulados y normales o comunes transportes, sabría la frecuencia necesaria, para eso hicimos computadoras en este mundo, etc; al ser el dueño ese ente intangible, inmaterial, que solo se hace presente como el lunes, mientras arrastraba a mujeres indefensas que ejercían su derecho a protestar y reunía "casualmente" a unas BAR, para eso, con intenciones de dar barra si no se presentaban los periodistas de la prensa extranjera, triste y único papel que al parecer les ha tocado a esos señores.
Reparada la rotura, paso a otra, pendiente de hace un tiempo, luego de reposar el almuerzo, los frijoles con arroz y el picadillo de pollo, estoy por creer que el resto de comidas ha desaparecido, que solo existe este pollo preparado de mil maneras distintas, bueno, me consuelo con la imagen de un niño africano de barriga abultada y con los huesos prácticamente a la intemperie, ahora repaso la ultima inflexión del sátrapa, al igual que las anteriores, me ha hecho elucubrar lo oportuno de su enfermedad, cuando decaía o ojos vistas entre ollas arroceras y otras boberías propias de un dictador senil, la oportunidad la pintan sin vellos, pero esta me parece que tiene vellos, pero de alguna mano que quiso evitar la debacle que se venía encima a todas luces, de persistir la presencia desvariante de un sátrapa.
Fin de la reparación, he empleado el día, horas valiosas, tiempo ido como el polvo de oro entre los dedos y sueño, sueño despierto, caramba, este año el tiempo del cubano se pondrá por encima del dolar y el euro.

No hay comentarios: