jueves, 13 de septiembre de 2007

De vegetales, zumos y rezumos.

Ahora casi una semana que no publico comentario alguno. A más de estar vago, se me ha acumulado el cansancio de ganar el pan diario de cada día y esperar bien tarde para ver el serial Deadwood que pasa el canal 6 en el horario de 1:00 a 2:00 a.m. de la madrugada.
Intento para escribir en medio de las dificultades que supone en Cuba, mantener a la vista dos cosas; la primera, tener tanto que decir, que en mi caso es hacer, y que pueda quedar pendiente por la brevedad que se impone, la segunda, que del mucho trabajar viene el sueño y de la multitud de palabras, la voz del necio.
Siempre he sabido, fundadamente, que todo lo que se escribe sobre Cuba, es leído atentamente por las personas cuyo empeño es precisamente recopilar información del tema Cuba. llamadas usualmente inteligencia, con razón no sabiduría, dentro de estas se encuentran naturalmente la inteligencia de ambas orillas del Estrecho de la Florida.
En el caso particular, conocí por ejemplo de la súbita elevación de los precios en las tarjetas de red inalámbricas que vende el estado, para empresas por supuesto, que como otras tantas cosas terminan en manos de particulares cuya una oportunidad de acceder es comprando “por la izquierda”; deduzco que quisieron poner el parche antes de la gotera, a raíz del comentario que hice proponiendo métodos para hacer llegar el Internet al cubano, falto de información de diverso origen que le permita formar juicio (pueden leer el comentario en el archivo de este blog).
Otro detalle, es la reflexión penúltima del dictador, según las fuentes informativas oficiales, pues tengo la presunción de que hace ya mucho vegeta en una cama mientras los sucesores esperan tiempos mejores para la publicación de la noticia; en la reflexión de referencia, al parecer aconsejados por el comentario que hice en ocasión de los rumores sobre la defunción del dictador, en que entre otras razones para demostrar lo imposible de que fuese el propio dictador el autor de las reflexiones, explicaba que no se correspondía lo escrito con el discurso que normalmente hacía en público o su manera de expresarse, los cuales se veían afectados por la natural disminución de las facultades a consecuencia de la edad, ya que en discursos y apariciones públicas, cuando hablaba, comenzaba a divariar o apartarse del tema, con pausas para retomar el hilo o preguntas para conocer de que hablabas y poder retomarlo. En las reflexiones, el texto está escrito de forma correcta en su sintaxis, no en lo que expresa, cosa esta, que me apresuro a aclarar no expliqué anteriormente en detalles, precisamente porque estaba probando acción y reacción. En este penúltimo texto, al contrario de los otros, se desvía claramente del tema y luego, párrafos más adelante lo retoma; correspondiendo en sentido general con su forma de expresarse; se puede colegir de lo anterior, el intento de darle autenticidad a la reflexión y por extensión a las reflexiones, introduciendo lo anterior citado; evidentemente el dictador no hubiera consentido o realizado esto en un estado normal de cosas.
La última reflexión aparecida “El Imperio y la mentira”, también confronta diferencias con el estilo autoritario, intolerante y desafiante del dictador, principalmente por la especie de solicitud quejumbrosa al vecino del norte para que libere a los espías, recordándole la ocasión en que denunció ante las autoridades el complot para atentar contra la vida del presidente norteamericano de entonces Ronald Reagan. Es relevante también la repetición de la inveterada mentira de que la dictadura no tiene contra el pueblo norteamericano, absolutamente nada; cabría preguntarle a los autores del panfleto si esto es así, entonces, porque se persigue y es una prohibición no escrita o condenada por alguna ley en Cuba, vestir o mostrar la bandera norteamericana o los atributos de ese país vecino y muy popular entre los cubanos, atributos estos del pueblo norteamericano en primerísimo lugar antes que del presidente norteamericano. Las otras tonterías tomadas del apocado y atrofiado pensamiento del dictador, no merecen comentario o referencia por su acostumbrada evidente falta de luces.

2 comentarios:

Infortunato Liborio del Campo dijo...

Aparte de la inteligencia de las dos orillas, yo también te leo. Si alguien está escribiendo en lugar del Fiambre-commander, lo hace muy bien, que manera de escribir mierda.

Un abrazo de aliento

Libo

Karamchand dijo...

ja, si, gracias por tu comentario.