martes, 12 de marzo de 2013

Hasta cuando

Hay la absurda creencia de que apuntalando al régimen cubano, pueden consolidarse las dictaduras emergentes en Latinoamérica, que podrán ganar tiempo suficiente para que estas protodictaduras terminen de devorar a dentelladas la democracia y libertad en sus respectivos países. El empecinamiento y ceguera de los tontos y tontos útiles, la negación a notar que el pueblo cubano resiste callado porque tiene la certeza del fin próximo de la dictadura cubana y como suele decirse, el que esperó lo mucho, puede esperar lo poco, les lleva a conclusiones erradas, pues erradas son las premisas. El efecto dominó que provocará ese fin del régimen dictatorial cubano, creará un despeje y claridad total para distinguir el pernicioso efecto de situaciones como la cubana.
El soliviantamiento de verdades certificadas por la historia, el uso de conceptos como soberanía para restringir, mermar o coartar la aplicación efectiva de derechos elementales y libertades imprescindibles para el desarrollo humano, debe conllevar a unanimizar una voluntad drástica que conjure la aparición y consolidación de regímenes totalitarios, así como la terminación de los ya existentes en otras regiones aparte de Latinoamérica.
Para concluir este post, les dejo esta cita de M. Márquez Sterling:
los partidos hechos desde las esferas del gobierno son siempre impopulares, provocan sospechas difícilmente contrarrestables y acaban por resultar pedestales de la dictadura, cuando no de la tiranía.
Palmarito de Cauto, Santiago de Cuba.
14-2-2013.

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