miércoles, 5 de mayo de 2010

Actualización del blog.

-El cardenal Ortega, sin dudas como reflejo de orientaciones del Vaticano, asistió el domingo pasado a la misa de Santa Rita, la iglesia en que las hordas del gobierno han hostigado a las Damas de Blanco; en su homilía, declaro haberse comunicado con las autoridades cubanas para solicitar el cese de tales hechos en los alrededores de la iglesia, alguna versión cuenta que para solicitar el libre paso para las Damas de Blanco; esta última versión, al menos a mí, me parece dudosa, la iglesia católica y sus representantes han padecido de tibieza en sus relaciones con el gobierno, mismo gobierno que persiguió a esa misma iglesia desde su llegada al poder, y que a ojos vista la sobrelleva con límites estrechos, concediendo alguna que otra petición, acceso de la iglesia a los medios de comunicación, permiso para construir una escuela monacal y reparaciones en los inmuebles propiedad de dicha iglesia, en algún caso aislado, la devolución de templos confiscados, etc; mínimas concesiones que llevan a pensar, que tras el silencio cómplice de la iglesia cubana, puede haber alguno más terrible, conocemos la mafia verde y sus chantajes, vete tú a saber, conocerán las autoridades de pecados horribles e inconfesables, sumándose de hacerse públicos, a los sucesos de pedofilia y otros males destapados en varios lugares del mundo cometidos por "santidades", y de los que por lógica, la iglesia cubana no estaría exenta o a salvo, después de todo, son humanos. Cabría perguntarse, ¿dónde estaba esa iglesia en la primavera negra del 2003?, ¿cuántas visitas realiza a los numerosos presos en Cuba, en particular, a los presos políticos que niega tener la dictadura?, ¿donde estaba la iglesia cuando asesinaron a Orlando Zapata Tamayo, se ha pronunciado sobre el homicidio cometido por la dictadura?. En fin, el peso aumentado a la cruz de esa iglesia, ya de por sí enorme a causa de siglos de errores, humanos reitero, me llevan a pensar en lo poco de divino y lo mucho del lado negativo de lo humano que ha quedado como resto de la que otrora se quiso elevar como el representante de una divinidad, sin dudas, el resto menos deseable. Queriendo congeniar con el elevado y con el diablo, he aquí el resultado, una iglesia que finalmente no es de nadie más que de sí misma.
-Nuevamente, se prueba la ausencia de justicia en Cuba, hemos nacidos los cubanos en Cuba con el estigma pronunciado por las leyes de la dictadura, leyes tan confusas y de un espectro tan amplio que permiten a las autoridades, hacer presa en quien le venga en gana, cargar todo el peso de la absurda ley, que justicia no es, en cualquier ciudadano. Los juicios del 2003 y otros anteriores y posteriores, no soportan el escrutinio de organismo de derechos humanos, civiles o de cualquier naturaleza aprobados en forums internacionales, con fuerza de ley para los respectivos firmantes. Para poder aterrorizar a sus anchas, se ha negado constantemente a la supervisión de esos organismos, aun existiendo resoluciones en las cuales se expresa la preocupación por el estado de las cosas en esas materias y designando representantes para aclarar el asunto.
Los cambios en la derechos humanos producidos de hace unos años para acá; prueban el estado de inoperancia resultante de aplicar esos cambios de que hablo en otros organismos e instituciones, incluída la propia ONU; ahora la dictadura cubana, depreda a sus anchas, sin críticas o cortapisas; hemos quedado el pueblo cubano a merced de estas fieras terríficas. Sirva de ejemplo para impedir el absurdo repetido en el Consejo de Seguridad. En Cuba, basta expresar o conducirse según dicta la conciencia de cada cual con apego a lo civilizado, para que como espada de Dámocles, cuelguen las largas condenas en prisión sobre nuestras cabezas. Como prueba real del terror, bastó que el gobierno atendiera a la petición del cardenal Ortega Alamino, para que cesarán los atropelllos contra las Damas de Blanco, vista hace fe, señores. Se ceban fundamentalmente ahora, en quienes rodean y apoyan a la oposición, mayormente, personas alejadas del alcance de los medios informativos internacionales, quienes pueden hacer valer la preocupación de la humanidad por los atropellos y denunciar los tales acometedores. El intento por minimizar el acceso a Internet o los medios de comunicación fuera de Cuba, también ha conspirado con el silencio sobre esos atropellos; las leyes, amordazan y acomodan a los periodistas de medios extranjeros en Cuba, quienes prefieren ignorar o callar los desmanes en su mayoría.
-Despierta Cuba, como el gigante dormido, se remueve de su modorra y comenzara a caminar, ese puede ser el resumen de estos días; en el Acapulco durante el concierto de Los Aldeanos, resonó como en aquellas maniguas de antaño, el Viva Cuba Libre de un pueblo; esta vez, con el arma más blanca que puede haber, la dignidad; no puede contener la dictadura ni acallar a estas alturas, el ansia y el deseo expresado hoy en esos lugares, pero que mañana gritaremos con la mejor arma que poseemos, nuestra voz y pulmones, ¡ay! de quien no quiera escuchar esta vez, porque aun esos muertos de que nos preciamos, alzarán los brazos que necesitamos.
-Cambios van y cambios vienen, como joya de la corona dictatorial, se precian en el panfletario del antecedente militar de quienes asumen los cargos, tontos de ellos, creen que estos no harán lo que ellos dicen que hagan, no lo que ellos hacen, por supuesto; creen que por mandato no les imitarán en esquilmar y robar; tontos y mil veces tontos; son estos mismos, quienes escudados en su autoridad, más roban y proveen para su futuro sin ellos; así ha sido, y así será.
-Hoy, el Granma, que desde ayer preparó el bodrio, cuenta el descalabro azucarero. Antes del 59, ¡que digo!, aun en la colonia, no sería esto noticia ni mala nueva, no me imagino a los dueños quejosos del tiempo, de los insumos o cualquier otra de las tantas justificaciones de la dictadura. Su propio destino estaría firmado desde el momento del descalabro; como la lluvia limpia la tierra, así sería al modo natural, como sigue según sea, el llanto o la risa, así es el devenir, ajustado a realidades perentorias de sobrevivir y traer el mejoramiento humano. Es trabajo de gobiernos proveer para los menos afortunados, para los impedidos por naturaleza o infortunio, no producir o crear riqueza, que de eso, harto está demostrado que los gobiernos no saben; es deber del gobierno, regular para proveer más en justicia, no asumir lo que por natura no le es dado. Porque no importa ya al hambriento, de donde proviene el pan que su vida salva, ni al sediento, como llego el agua a impedir su muerte, esos lujos son para quienes han creado riqueza y pueden administrarla, y esos, no les quepa la menor duda, no vienen del gobierno ni nacen en él, vienen del pueblo, el único que genera riqueza. No puede un gobierno ser más que el pueblo, pero si puede y debe un pueblo, crear un gobierno que le ayude, no uno que le reprima y ahogue; sí le está dado al pueblo hacer un gobierno para todos y con todos, no un gobierno según el criterio de uno que no quiere ceder el poder, según naturaleza es. Estos quienes coartan hoy el natural devenir, se verán pisoteados con fuerza, con la fuerza del pueblo que ve y sabe, más que ellos, porque el pueblo, no solo tiene ojos y oídos, tiene un corazón mucho más inmenso que el de cualquiera de ellos.
-Como siempre, la dictadura conmemora algún hecho o asunto; y para hablar en justicia, mañana en la hora de la libertad, quienes se han enyuntado con los dictadores, han de retribuir lo dejado de ganar por quienes creyeron poder esclavizar sin pagar las consecuencias. Quisiera que el gobierno de una Cuba libre, que se ve llegar a la puerta; promulgara el derecho conculcado de los cubanos a recibir lo que en derecho les toca, quienes quieran permanecer en Cuba, haciendo negocios con el gobierno de Cuba libre, deberan enmendar el error y la injusticia realizados. Y ya que estamos en ello, es de justos restituir a quienes poseían antes del 59, quienes fueron despojados y robados por esta dictadura, ellos tienen por precedencia, mayor derecho que cualesquiera hayan surgido después. Cuando no se hace justicia sobre la obra mala, el corazón de los hombres se inclina al mal.
-La personal guerra mediática de la dictadura contra Luis Posada Carriles, se me asemeja a aquella escena de un filme del gordo y el flaco, aquella del militar olvidado en la trinchera, que tras los años, con una increíble loma de latas vacías, aun sigue la batalla terminada. en riesgo de civiles y pasantes. Ey, despierten, la guerra fría se acabó hace ya más de 10 años; si quieren reclamar algo, paguen primero la deformación que provocaron al señor Posada.
-Se mueve algo en EEUU, los ingentes esfuerzos de la dictadura, regados generosamente con el dinero del petróleo venezolano, fructifican a ojos vistas; representantes norteamericanos que piden olvidar los derechos de otros norteamericanos antes que ellos, derechos violentados por la dictadura cubana de más de 50 años en el poder, esa misma dictadura que no cesa de promover y anunciar el fin de los EEUU, aliada de quienes tienen el mismo oscuro propósito. No hablan de justicia, intentan confundir con derechos, derechos que van luego del de aquellos otros, que quieren olvidar, obviar, como si eso fuese justicia. ¿Acaso hay justicia en EEUU que distingue a unos norteamericanos de otros?. No me parece. Dentro del ataque, incluyen a la piedra en el zapato de la dictadura, a la espina molesta en su costado, Radio Martí y su hermana, TV Martí. Con pobres argumentos, que omiten que en la frecuencia actual de Radio Martí, pertenece desde mucho tiempo a la Voz de América, la que como lo hace Radio Martí ahora, transmitió con arreglo al derecho internacional, ese derahco que concluca la dictadura cubana, quien transmite la misma emisora en varias frecuencias, para el mismo territorio, como el acaparador molesto y absurdo. Quien ilegalmente procede, es la dictadura cubana, con su intento de interferir e impedir la recepción de Radio Martí y TV Martí, pregúntese a los organismos correspondientes, que derecho tienen un gobierno a impedir la recepción de la señal libremente transmitida por el éter, ninguno, responderán inmediatamente; como no le asiste derecho alguno a impedir al cubano de la isla, el uso de la frecuencias y con las regulaciones internacionales, las bandas ciudadanas y otras usadas por la población en otros países; esa es la pregunta a hacer, ¿por qué la dictadura cubana conculca los derechos de los ciudadanos cubanos en materia de frecuencias y uso del espectro radiofónico según las regulaciones internacionales?. No estoy hablando de regulaciones hablo de prohibiciones, pues en Cuba existen prohibiciones, no regulaciones, entiéndase esto de una buena vez. No existe una ley que provea de derechos a los ciudadanos, sí existen leyes para prohibir ejercer los derechos de los ciudadanos, esa es la realidad. Repito para los sordos que no quieren oir, la señal que se transmite libremente, puede ser recibida libremente, eso es canón en la materia. Es ilegal que un gobierno, por una ideología, prohíba ejercer derechos reconocidos internacionalmente.

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