martes, 9 de febrero de 2010

Actualización del blog.

-Cuando se pierde la verguenza, nada queda de dignidad, y eso exige la dictadura de sus acólitos, perder la verguenza, renunciar a todo en aras de servir a sus propósitos, no admite peros u oquedades en la fidelidad. Entre quienes han hecho esa renuncia, de las más vergonzosas por haber vivido la democracia y la libertad en su país natal, se encuentra el señor Jean Guy Allard. Ha caído tan bajo, que aun sabiendo para los oscuros fines a que presta su pluma, no duda en ejercerlos; porque a estas alturas, quien no sabe que la dictadura cubana intenta endilgarle el título de traidores y mercenarios a los pacíficos disidentes, es el preámbulo al terror, la persecución y la carcel o el exilio, únicas dos alternativas para quienes ejercen sus derechos, derechos reconocidos desde tiempo ha y garantizados mediante acuerdos internacionales, los cuales la dictadura cubana incumple impúdicamente. Hace pocos días, en una nueva ola de terror, otra más, que se suceden como en el mar, rubricó un artículo en que llamaba espías y agentes de los EEUU a los disidentes, esto señores, es en extremo peligroso, es como azuzar al perro, dar pie o querer justificar lo injustificable, verguenza para el señor Allard, que perdió cualquier rastro de humanidad civilizada, de dignidad, al prestarse a caer tan bajo. Jean Guy Allard, el sinverguenza venido del norte.
-Mucho se especula sobre el envío de Ramiro Valdés, hombre de oscuro historial, y a quien le han le han guiado aun más oscuros propósitos desde que abrazó la guía del dictador mayor. Todos tienen razón, todos han aportado las razones, de las tantas que acompañan el rastro sangriento hasta Venezuela. Pero es bueno recalcar, o pronunciar, puesto que no lo he leído explicitamente, que sobre todo y más que todo, el dictador cubano en la sombra, tantea el panorama, Venezuela no es la Angola aquella de negros enzarzados en una guerra civil, los negros venezolanos no carecen de una cultura o conocimiento adecuado para discernir mejor que los angolanos, aunque eso sí, peor que el de los países primer mundistas; lo próximo, bajo rimbonbantes frases será el envío abiertamente de tropas regulares, bajo algún inventado acuerdo, están preparando el terreno para intensificar la intervención cubana en Venezuela, el malogrado hijo que le ha salido al dictador cubano, desea al parecer complacerle en las últimas regalando un enfrentamiento militar, que además serviría de paso, para afianzarle en el poder. En un metódico desarme, ha profanado las libertades de expresión, coartando o eliminando a quienes se le oponen o pronuncian la verdad en voz alta, persigue a esos opositores con el claro propósito de obligarlos a exialiarse, so pena de terribles encarcelamientos. Como la Gatica de Marái Ramos, esconde que fue él, Chávez, quien primero comenzó la militarización y modernización del arsenal militar en esa región, quien propugnó y propugna alianzas con los sitemas violadores de derechos humanos, propagadores de la violencia y la intolerancia, sistemas como el de Irán, este último a solo meses de tener el armamento nuclear y con ansias de usarlo sobre Israel, Irán, que a estas alturas cabe preguntarse como subsiste un sistema con leyes retrógradas, violentas y violadoras de los derechos humanos, que discriminan y excluyen a sectores de la población iraní de los asuntos públicos, la soez justificación de una cultura, provoca repugnación, con ese rasero, regresaríamos como si nada a la época caníbal, viviríamos como viven hoy las mujeres iraníes, menospreciadas y vilipendiadas.
-Entre las bolas o chismes que se cuentan, que como bien sabemos los cubanos de esta ínsula, pueden o no ser ciertos, bien en parte, en nada o en su totalidad, tan ferreo es el control de la dictadura y el empleo de la información para sus oscuros propósitos; cuentan que luego del desastre que no pudo ocultar la dictadura, ni con la farisea propaganda de la ayuda a Haití, del Psiquiátrico de Boyeros, más conocido por Mazorra, ahora el médico al que le fallezca un paciente, va preso, claro, esa expresión es un clásico dictatorial, son fanes de la prisión y otras torturas, físicas y mentales. Entre los posts publicados, dediqué uno al sistema de salud cubano, que como otros aspectos sociales, lo presentan a la opinión publica como anciana maquillada para carnaval, pero debajo de esa sardónica figura, subyace una terrible realidad para los cubanos, realidad pergueñada del clásico favoreo y la adulación, la amistad interesada y precisada, pues quien incurre en el error de creer la propaganda, puede pagarlo con su vida. Mientras, la desverguenza de sostener cargos y puestos gubernativos, ante el tamaño descalabro provocado por la dictadura, sigue mermando la nación.
El círculo vicioso tiene lugar en las proyecciones y pretensiones de la moribunda cúpula cubana, leer la sección de correspondencia de los viernes del Granma, es como ver a puercos revolcándose en su inmundicia; cada acto manido y repetitivo, viciado como corresponde a las intenciones de aferrarse al poder, es una farsa ante la miseria y penuria del pueblo cubano; aquellos que han estado amamantandose y disfrutando de la dictadura y quienes por un equivocado agradecimiento, persisten en hacer ajenos sus males propios por la fuerza y el terror, no conocen los límites y tremenda furia que están sembrando, su odio sólo siembra odios, su ineptitud para comprender y entender más allá de su egoísmo, siembra la semilla de la violencia y la misma intolerancia en que hoy mal viven, les será devuelta multiplicada, arreciada por una mayoría cansada de las mentiras, las promesas, y más que todo, la ausencia de libertad, necesaria como el oxígeno a la vida para progresar y florecer, crecer y multiplicarse.

2 comentarios:

RAUL RIVERO dijo...

RAUL RIVERO: Teatro, impuro teatro
By RAUL RIVERO
Madrid -- El señor Don Miguel Angel Moratinos, ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, asumió esta semana en Madrid la misma filosofía que los abogados cubanos cuando tienen que defender a un opositor político frente a los tribunales de la dictadura. No pidió justicia y libertad. Pidió clemencia.

Lo hizo durante una reunión de varias horas con una comitiva de burócratas de bajo perfil para darle continuidad a una serie de diálogos, abiertos en abril de 2007, después de una visita del funcionario español a La Habana.

Ese viaje le dio un nuevo tono a las relaciones entre los países porque el viajero no atinó a encontrar ni una media hora de su tiempo para recibir a ningún representante de los demócratas cubanos, la prensa independiente o las Damas de Blanco en nombre de los dos centenares de presos políticos que están en las cárceles.

Ahora, en la capital española, se escenificó el cuarto acto de la obra que sube siempre su telón sin prensa y con la sala vacía. A manera de entremés se organizó, el día antes, un seminario sobre derechos humanos en el Palacio de Viana donde los delegados del gobierno cubano se encontraron con juristas y miembros de la organizaciones no gubernamentales de Cuba y España, según fuentes de la cancillería.

Las llamadas ONG cubanas que asistieron a la representación son mecanismos castristas controlados por la embajada de La Habana. Ni una sola de las numerosas instituciones de exiliados fue convocada para que se escuchara su opinión y, con ella, el mensaje de las víctimas reales que padecen en la isla el rigor de la represión.

Con esos protagonistas, los organizadores del seminario no dudaron en afirmar que el evento tuvo un ``buen desarrollo''.

El ministro de España pidió un trato humanitario para los presos y los disidentes que tienen problemas de salud y dijo que ``la agenda fijada de común acuerdo nos va a permitir avanzar, consolidar la confianza y la promoción y el respeto de los derechos humanos y un mayor grado de entendimiento y cooperación en este ámbito''.

Algunos medios de prensa han visto como positivo ``un ligero descenso'' en las listas de presos. De 205 se ha pasado a 201, como si los hombres fueran números y la libertad un don que conceden los verdugos y no una necesidad del ser humano.

os prisioneros políticos, inocentes y encarcelados por sus ideas, lo que necesitan es solidaridad y apoyos para regresar a sus casas y a sus vidas con pleno derecho a pensar libremente y a trabajar por su país. Las medicinas y el cariño corren por cuenta de sus amigos y de la familia. Por cuenta de personas de España, de Estados Unidos, de Francia y de todo el mundo que trabaja sin brújulas ni ideologías para que hombres como Orlando Zapata o Ariel Sigler Amaya no se mueran en una cárcel en el alba del siglo XXI.

Clemencia no. Libertad para los presos y respaldo para los opositores pacíficos, los activistas de derechos humanos y los periodistas sin mandato.

Karamchand dijo...

Agradezco al señor Rivero por el comentario-artículo de su avisada plima.