sábado, 30 de agosto de 2008

El gran simulador.

De antaño y hogaño, se precia la dictadura de ser o hacer lo que no es o hace. Baste la verborreica hilvanada durante 50 años, para notar la gran diferencia o la indiferencia en ser consecuentes con lo que pregonan.
Leyendo una Bohemia del 2004, se manifiestan tibios, conciliadores y hasta expectantes con el presidente actual de Georgia, contrario a los panfletos derrochados para ocultar la realidad de esa región que hoy pululan en los medios oficiales.
Mientras ejercían como país regente durante la invasión a Afganistán por Rusia del Movimiento de Países No Aliniados, se manifestaron indulgentes con la atrocidad soviética de aquellos años, hoy, han recogido aquello que sembraron al quedar aislados en las propuestas aberradas que han intentado llevar a término en ese organismo.
Los puestos conseguidos por los oscuros tejemanejes en los organismos internacionales, si de algo han servido es para exponerlos más en lo que son, violadores de cuanta convención y tratado ha implementado la humanidad para su progreso y seguridad.
En la distancia de los años, queda al decubierto hoy, en un mundo cada vez mas informado, la veradera cara de la dictadura, la magnitud del crimen que por 50 años ha soportado y soporta la isla; las voces reprimidas, los actos ferozmente perseguidos de pacífica expresión, las cárceles abarrotadas de presos políticos, toda la podredumbre del sistema, aflora cada día más. Sin importar quienes le han aupado o vilipendiado, según la conveniencia particular del momento, no inciden gran cosa en embellecer o afear el rostro del monstruo que por 50 años ha medrado y depredado Cuba. Aun aquellos que hoy por sabe que extraño$ caminos les ha venido la dificultad de mantenerse en su fidelidad a la causa de la libertad de Cuba, ven como vergonzoso claudicar en ella.
No importa la máscara que hoy lleve en el rostro este payaso macabro, sabemos que hay detrás de ella y como aun acertamos en advinar la figura fantasmal de la Parca que le espera, destino final de aquellos que han atentado contra la libertad, tarde o temprano.

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