No me gusto precisamente el Código da Vinci de Dan Brown, termine saltando páginas enteras, quizá el resumen lo hubiera devorado, como si hice con los extractos que me permitieron leer hasta el final sin tener que hacer pausas en la lectura de la reflexión del morinauseabundo; lástima que quisieran pasar por real toda la historia, hubiera resultado un buen guión para una película de aventuras, al estilo de la versión realizada a la novela de Brown.
Leyendo el panfleto, deduzco que alguien con los antecedentes del señor Estulin, abuelo de la KGB, llenándo de historias heroicas al nieto hambriento de conocimientos y más que todo, chismes de espías y espionaje, trasplantado a un país del primer mundo, en el momento de auge de las aventuras conspirativas y otras como las de Indiana Jones, le haya terminado por enfebrecer el cerebro y delirar; muchos hemos visto esa clase de películas que mezclan realidad y fantasía, de tal manera que logran enganchar al espectador y entretener.
Mientras adelantaba la lectura de esos fragmentos, me surgió la pregunta lógica, que tengo en el aire; si existe una conspiración, con las carectrísticas descritas, ¿cómo es que AT&T fue desmembrada aplicándole la ley antimonopolio? y aun Microsoft la de Gates, ha estado y está en riesgo de ser igualmente declarada culpable de competencia desleal. No es difícil imaginar variantes de respuesta siguiendo una lógica, claro, la lógica para ficcionar, así diría el orate Estulinci por ejemplo, AT&T fue desechada del grupo conspirador porque su presidente soltó un gas silencioso en la primera reunión que asistió y fue necesario evacuar el local porque pensaron que era un ataque terrorista en toda regla o esta otra, que los jueces de la Suprema Corte han sido olvidados, pero ya están resolviendo eso integrando en la conspiración a los más conservadores, dará nombres y lugares, eso no es tampoco difícil, el que dos personas públicas coincidan o aun varias; incluso si la fiebre es alta, pudiera especularse que conspiran cuando se reunen los congresistas y alguno de los tres poderes coinciden entre sí reunidos, caramba, que melcocha más sabrosa para la segunda parte del Código da Estolinci; si no se apura, no lo leera el palito de camisa verde; ya los cubanos se han percatado que el sátrapa donde lo ponen, ahí se queda sin moverse, no sea que vaya de boca y la diñe o dañe la cajetilla postiza delante del público, alguno lo ha comparado con un palito de paletica de helado que luego de comido, que coincidencia, se desecha.
Quienes han vivído bajo la bota de dictadura de izquierda, como la de la URSS o Cuba, son terreno fértil para creerse las hazañas y alguno que otro, se ha prestado al delirio, como los cinco espías cubanos, claro, gracias a que la mayoría es pragmática y realista, como los restantes diez atrapados con los cinco, quienes convinieron en declarar y denunciar el espionaje. Es curioso como aun no se ha publicado libro alguno por y quienes vivieron y sufrieron el descalabro y luego reconocieron su error.
Les recomiendo el libro del Código da Estolinci, aquí en Cuba no lo hay, pero es una buena novela de ficción si obvian la intención de pasar gato por liebre, tambien si le gusta el arroz con mango, este invento de da Estulinci no tiene desperdicio en ello.
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