- Pasó el tiempo y pasó el agua bajo el puente y ya Irán tiene una central atómica, paso visible y que pretende ocultar las verdaderas intenciones iraníes de convertirse en poseedora de armamento nuclear, para mal de este mundo agregaría, pues se conoce los despropóstios del fanatismo y sus mortales consecuencias para la humanidad. En el proyecto iraní, lograron embarcar a Rusia, los rusos, celosos de su hegemonía, ven en la ayuda a Irán, una manera de presionar y mostrar protagonismo, independencia en el trazado de su política: el complejo ruso de inferioridad, afincado desde tiempo ha, les lleva acometer errores garrafales como este, error que me retrotrae a otro fiasco ruso, cuando confiaron en el ególatra cubano allá por 1962 y este mostró a las claras sus intenciones suicidas de provocar la hecatombe mundial, lo que llevó a los rusos a retirar definitivamente los misiles de Cuba, esta es la realidad histórica.
Nuevamente, los rusos yerran, ayudar a Irán es alimentar a la fiera que les morderá a ellos también en el futuro; están signados los rusos al parecer, por secundar las opciones erradas de este mundo nuestro; a percibir que aun viven en la era de la guerra fría, en creer que deben demostrar algo al mundo.
Cualquier avance iraní a lo único que propende es a acercar la hecatombe nuclear; el propio gobernante iraní ha manifestado publicamente su deseo de desaparecer Israel del mapa mundial, arrasarlo, desintegrarlo. El odio iraní, aupado por la gran mayoría del resto de los países árabes, le provee al gobierno iraní de un material de distracción de la situación precaria en derechos humanos y de paso, les concede ante el resto de los árabes de un liderazgo de la fanaticada suicida que permea la inmensa mayoría de la rica zona árabe, riqueza que finalmente, les ha permitido todo el derroche en sostener y propiciar el fanatismo como política y guía en las relaciones internacionales.
Ahora, las dificultades irán aumentando para detener la peligrosa meta iraní, paso a paso, han ido caminando por la cuerda floja, entre ataques verbales y promesas, entre posiciones duras y diálogos insulsos, ganan tiempo para sus despropósitos, el fin, presentar el hecho consumado a la comunidad internacional, chantajeando a esa misma comunidad, con desaparecer el planeta si no se prestan oídos a sus absurdos reclamos; ahí tienen el ejemplo norcoreano, que logró a través del chantaje, que incluso el propio EEUU financiara el alivio de la crisis económica permanente característica del sistema.
Nuevamente, los rusos yerran, ayudar a Irán es alimentar a la fiera que les morderá a ellos también en el futuro; están signados los rusos al parecer, por secundar las opciones erradas de este mundo nuestro; a percibir que aun viven en la era de la guerra fría, en creer que deben demostrar algo al mundo.
Cualquier avance iraní a lo único que propende es a acercar la hecatombe nuclear; el propio gobernante iraní ha manifestado publicamente su deseo de desaparecer Israel del mapa mundial, arrasarlo, desintegrarlo. El odio iraní, aupado por la gran mayoría del resto de los países árabes, le provee al gobierno iraní de un material de distracción de la situación precaria en derechos humanos y de paso, les concede ante el resto de los árabes de un liderazgo de la fanaticada suicida que permea la inmensa mayoría de la rica zona árabe, riqueza que finalmente, les ha permitido todo el derroche en sostener y propiciar el fanatismo como política y guía en las relaciones internacionales.
Ahora, las dificultades irán aumentando para detener la peligrosa meta iraní, paso a paso, han ido caminando por la cuerda floja, entre ataques verbales y promesas, entre posiciones duras y diálogos insulsos, ganan tiempo para sus despropósitos, el fin, presentar el hecho consumado a la comunidad internacional, chantajeando a esa misma comunidad, con desaparecer el planeta si no se prestan oídos a sus absurdos reclamos; ahí tienen el ejemplo norcoreano, que logró a través del chantaje, que incluso el propio EEUU financiara el alivio de la crisis económica permanente característica del sistema.
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