miércoles, 17 de abril de 2013

Transición en Cuba: escenarios posibles.


Existe certeza en Cuba, más que la creencia generalizada a nivel mundial, de que se producirá un cambio política. Un síntoma de lo anterior es la ausencia de impacto entre los cubanos del anuncio de Raúl Castro de que gobernará por 5 años más y abandonará el poder.
A menudo se teoriza sobre este cambio, cada día con mayor fuerza a medida que se acercan momentos definitorios y en menor grado por los cambios cosméticos introducidos desde que el designado a dedo escalara la cúspide del poder, lo cual es una constante a través de la historia pos 59, es decir, negar lo que de hecho están haciendo. Los insuficientes cambios no son precisamente la NEP soviética o cualquiera de los otros experimentos obligados a realizar por sistemas totalitarios, ineficientes económicamente como una característica inherente a ellos; históricamente justificados como un proceso capitalista temporal, su uso es redundante.
En mi opinión, se perfilan cuatro posibilidades o escenarios, como suele llamarse, con pequeñas variantes o vertientes, ellas serían:
1.- Un cambio por la muerte natural de Raúl Castro; el reemplazo, como es común en otras variantes, no lograría mantener la omnipotencia del régimen y realizaría pequeños ajustes, pero finalmente en un corto período de tiempo, estaría abocado a encaminar el país hacia una democracia haciendo dejación del poder, so pena de ser obligado por las malas a hacerlo.
2.- La intempestiva toma de acción por uno o varios oficiales militares decididos a no hundirse con el régimen, quien o quienes propiciarían la transición en un breve tiempo, no tanto por un deseo como por una necesidad imperiosa ante la falta de aprobación internacional a la permanencia de un gobierno castrense.
3.- Una protesta aislada que desencadene la toma de las calles por la población y la exigencia de abandono del poder por parte de quienes han sido parte de él de alguna manera; la miseria compulsaría un evento de magnitudes multitudinarias. La expedita y siempre violenta represión a las manifestaciones pacíficas que se realizan de tiempo en tiempo, es un síntoma del terror del régimen al desencadenamiento de sucesos como el maleconazo en el año 1994, el cual no cristalizó por la ausencia de una oposición conocida y reconocida por la población que reaccionara rápidamente guiando hacia el objetivo al pueblo disgustado en extremo. El detonante si se produce en la capital  cubana sería de un efecto más inmediato que si sucede en las capitales de provincia, pero de sucederse en el interior del país, su efecto llegaría aumentado a todas partes por la natural disposición del ser humano a exagerar, la ausencia de comunicación o noticias por el esquema de censura implantado en Cuba por el gobierno y la disposición actual de la población a creer lo peor viniendo del régimen cubano. La represión, lo sabe el gobernante actual, empeoraría las cosas, si sucede iría en su contra.
4.- Si en el caso anterior se decidiera por una represión brutal, que por supuesto incluye las tropas de todo tipo y por fuerza habrían víctimas fatales, corre el peligro real de una intervención norteamericana. Lo americanos preferirían no tener que hacerlo, cosas veredes Sancho, pero la presión de la opinión pública integrada por cubanos exiliados que verán con horror y creerán que están matando a todos sus familiares, les forzará finalmente a tomar cartas en el asunto, repito, muy a su pesar.
Las cuatro posibilidades estarían catalizadas indistintamente, por la situación internacional, básicamente dos: el resultado de las elecciones en Venezuela, de efectos inmediatos si gana Capriles; a largo plazo si gana Maduro, quien enfrentará un tétrico panorama irresuelto por Chávez y la situación de desprestigio en la arena internacional por la extrema y habitual violación de derechos civiles y ciudadanos, incluso reconocidos en la constitución imperante, que llevaría implícita una condena y aislamiento del régimen, de efectos a mediano y largo plazo.
Una quinta posibilidad, no enumerada ni incluida en las anteriores por improbable, sería la deseable para todos. Esta sería la salida negociada del actual jefe de gobierno, que mediante conversaciones secretas con la oposición, garantizaría ponerse a salvo él y los suyos a cambio de entregar el poder en un proceso indoloro, mesurado, sin sobresaltos y conveniente a todos, en el período de unos meses. Factores como la desconfianza, un desempeño dubitativo característico del gobernante cubano y una oposición con un liderazgo nítido, conspiran contra esta quinta posibilidad; que precisamente por deseable no debe ser desechada o categorizada como imposible.

martes, 9 de abril de 2013

MATERIA DE PESO.

Listado de precios en una cafetería de Nuevo Vedado
Mientras escucho un programa de Radio Martí enfocado a las personas dedicadas a la actividad económica independiente (cuenta propistas) en Cuba, me preguntaba si este programa en parrilla no sería algo superfluo. A menudo me sucede que pasa algo de tiempo mientras proceso más detalladamente la información del mundo exterior, es un proceso independiente y cuasi inexplicable para mí, a veces inconsciente, agregaría yo. Luego de un corto tiempo, me percate de la importancia para tiempos futuros más que en el presente.
El problema grave de la economía cubana y en general de la sociedad, no se resuelve con estos pequeños negocios resurgidos a partir de la retoma de posiciones  surgidas en la década del 90 del siglo pasado por el gobierno a raíz de la aguda crisis económica  cubana  por la desaparición del financiador y sus satélites, léase la URSS y países del este.
Dos factores mantienen al país en terapia intensiva constantemente, al borde de la muerte económica. Un ineficiente estado como administrador de producciones y servicios es el primer factor y el que más incide, el segundo, el enorme ejército que consume con toda probabilidad más de la mitad del exiguo presupuesto sin reportar ganancia, como es la naturaleza de los cuerpos armados en su mayoría.
Las medidas a tomar para subsanar el problema, pasan por una inyección de capital fresco y abundante, del cual se ha visto privado el gobierno por su pésimo expediente como deudor. Las medidas del próximo gobierno pasan por incentivar las inversiones a gran escala en la industria y en aquellos servicios que aconseje la realidad, así como la concesión de créditos a los nacionales de esta isla para la inversión en medianas y pequeñas industrias, tomando para esto último las apropiadas previsiones cuando se otorgan préstamos sin socavar la intención de crear una fuerza económica constituida por individuos pudientes como resultado de su vocación empresarial. Las inversiones extranjeras, han de tener las facilidades garantizadas para el retorno del capital en forma de ganancias o concesiones adicionales, en resumen, un proceso que aliente el renacer de la economía luego de más de 50 años de ineficiencia y retroceso.
En el caso del gigantesco ejército, se ha de estudiar las  consecuencias de su desactivación  paulatina o no, así como las variantes a esa desactivación; con el fin de evitar sobrecargar la masa laboral de la población la cual desde ya, sufre un desempleo cabalgante. Otra variante sobre mantener dicho ejército, bien disminuyéndole u ofreciendo a quienes voluntariamente lo deseen, la participación en organismos internacionales de paz, etc. Puede ser valorada y sopesada cuidadosamente.
Estas medidas, a mi modo de ver, serían las primeras y más inmediatas a realizar por el gobierno cubano en la democracia que se avizora.
No resolverá la crisis cubana los pequeños negocios que hoy pululan desapareciendo y apareciendo nuevos, por las difíciles condiciones impuestas para su desempeño por parte del régimen actual en el poder.

¿JURA DECIR LA VERDAD?

La cifra de espías cubanos capturados infraganti en Miami triplicó la cantidad de 5 que reconoce el gobierno cubano hoy; el resto, aparte de los 5 espías juzgados y condenados, coopero con las autoridades norteamericanas y fueron eximidos de culpa. El gobierno cubano ni los menciona, es vergonzoso.
El mecanismo de terror del régimen cubano se ha refinado con el paso de los años, su alcance tiene cotas increíbles; aun cuando el cubano escapa de la isla y va a  residir y vivir en el extranjero, la mayoría, por propia voluntad, valga la aclaración, siguen siendo rehenes del régimen cubano. Bajo distintas amenazas como la prohibición de reentrar a la isla que les vio nacer, molestar a sus familiares en Cuba, etc., les mantiene a raya allende los mares.
Ese mismo mecanismo lo ha empleado con éxito en el control e influencia en el personal diplomático trabajando en la isla y en otros destinos laborales; no es de extrañar la paradoja de que siendo el gobierno cubano de los mayores violadores de cuanto derecho humano o divino conoce y reconoce  la humanidad, se mantenga al margen en los informes sobre el tema a nivel de organismos internacionales.
Para entrar de lleno en el tema a tratar, aquellos cubanos de la isla que pretenden viajar a EEUU con el propósito de visitar o residir permanente en ese país, están en la mira de los secuaces del régimen.
Así, considero que el momento que transcurre entre la fecha de vuelo como paso final para los que se acogen al plan de refugiados que ofrece el gobierno de EEUU y la partida como tal, quienes emigran son presas codiciadas por la policía política (seguridad del estado); analicemos esto, no tiene gran sentido hacerles trabajar (espiar)a pocos días de salirse de todo lo que tenga que ver con la resistencia pacífica, a esas alturas los líderes toman las debidas precauciones, la oposición, como suelo decir, no tiene secretos sólo la necesaria discreción para desarrollar su labor pacífica en pro de los derechos ciudadanos, acción constantemente torpedeada por el régimen cubano; esa ventana de tiempo a partir de la otorgación de la visa, convierte a los opositores-refugiados que no tengan clara sus prioridades, en terreno fértil para el chantaje, la angustia de perder la oportunidad para huir de la isla desordena a muchos, entonces, ¿cuál es el interés?; mi explicación… de lograr la policía política sus aviesos propósitos, le facilitaría transcurrido el tiempo y dentro de un contexto propicio a sus propósitos, continuar el chantaje,  esta vez en EEUU, amenazando a la víctima con publicar su traición a los cuatro vientos.
Luego de dar vueltas a la solución del meollo anterior, propongo que se implante el uso del polígrafo a quienes deseen emigrar a EEUU desde Cuba. Es legal, justo, moral y agregaría que necesario, no se trata de desconfianza, con los tiempos que corren es una precaución mínima. Tan solo el anuncio, haría desestimar la traición a quienes han perdido el rumbo al final. Puede incluso efectuarse al azar, bien en Cuba o en EEUU. La pregunta clave o el pollo del arroz con pollo, la dejo como tarea a los sesudos, no es fácil aun cuando parezca lo contrario, sería, pienso, algo al estilo de “¿ha comunicado al gobierno cubano o sus designados información sobre sus actividades como miembro de la oposición?
Esta medida ayudaría a fortalecer la oposición en Cuba, que entre los chismes propalados por el gobierno y las naturales bajas por cobardía, ha tenido en ese frente una brecha.