Algunas veces, o momentos, para ser más exactos, se consigue cierto grado de comunicación fluida, aun en personas de pensar u opinar de manera muy diferente; digo esto, porque en uno de esos momentos comunicativos dialogando con un extremista de izquierda o fidelista, le espeté directamente que cualquiera era comunista con dolares en los bolsillos. Ahora, leyendo esta noticia de Escalante, antiguo cabecilla de la seguridad cubana, recordé lo dicho en aquella oportunidad. Ha ido ese señor a recolectar la moneda dura por la publicación de 3 libros, ahora muchos se han hecho escritores con el beneplácito y apoyo de la dictadura, el modo de acceder a los recursos para mantener niveles de vida acostumbrados de siempre por quienes medraron desde altos cargos o puestos en la dictadura; otro método, es la tácita aprobación de licencias cuentapropistas para los jubilados de los organos represivos y castrenses, mientras al ciudadano común se les niega esta real posibilidad para progresar un poco en la mísera vida que nos depara un sistema dictatorial que ya va para 50 años, con cambio de dictador por dictador. Aquellos que comprometieron su honra y honestidad más allá de lo que aconseja el sentido común y el respeto por el prójimo, hoy se ven recompensados en parte, solo en parte, porque si ya no toman parte en los botines de los atropellos y privilegios, se les otorgan derechos especifícos por encima o en franca discriminación del resto de la población; no es extraño que varios negocios de cuentapropistas que han sobrevivido aun a la intención de su eliminación luego de la aparición del cuerno de la abundancia venezolano, sean directa o indirectamente propiedad de ex de la dictadura, quienes a cambio, demuestran el apoyo o al menos lo disimulan al sistema dictatorial. Se sostiene no sin razón, que las necesidades primordiales, se sobreponen a cualquier preferencia del espíritu, la misma razón es equivalente para estos empresarios de hoy, quien sabe si como en otros países ex, a desmedro de la justicia, serán los multimillonarios de mañana, nadie como ellos para amar el dinero y el poder que se obtiene o a la inversa, el poder que facilita el dinero, según sea el caso o el momento histórico. Mientras el cubano sufría el horripilante perído especial, el cual fue en realidad un recrudecimiento de la situación intrínseca e inherente al sistema, el hoy dictador, dicen que de hecho; repartía cuotas de alimentos y otras facilidades solapadamente a los castrenses. Causa de esto, es por ejemplo, la creencia diseminada en algunos mononeuronales o masoquistas, como el que escribió a la sección de correspondencia de la abuelita este último viernes pasado, sobre la idoneidad de los militares para dirigir empresas, cuando cualquier escolar en la educación media de un país libre, pudiera responder perfectamente esta aberrada suposición.
sábado, 31 de mayo de 2008
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