Estos no son aquellos.

Me cuenta algo curioso el pequeño K., quien se interesa por la historia, bueno, ya me sobrepasa en altura, me relata que en época de cruzadas, Saladino, rey de los persas, sostenía una fluida relación con su enemigo el rey Ricardo Corazón de León e incluso, durante una batalla que enfrentaba a ambos, Saladino ordenó detenerla mientras hacia llegar un caballo a Ricardo, quien había perdido el suyo en la batalla, acotando que un rey no debía ir en batalla a pie.
Quién se imaginaría que de aquellos, derivaran estos de hoy, faltos de todo principio, moralidad o respeto, con intenciones de desaparecer a un país en toda su extensión, aun cuando en ello les vaya su propia existencia, estas son las oscuras intensiones de los iraníes y muchos de esa zona, descendientes de aquel Saladino de conducta caballerosa y honorable. Incluso no han tenido el menor recato y publican su intención como una bofetada al mundo de hoy, a las organizaciones internacionales y peor aun, a sus nacionales. Esto se puede leer claramente en las recientes delcaraciones del embajador iraní en La Habana, hechas al organo oficial de la mentira. Mientras muchos se apresuran a exhibir los supuestos crímenes israelíes, olvidan el verdadero crimen que a diario se comete en Irán con la aplicación de la sharia sobre todos los iraníes. Como serpientes rastreadoras, han ido desarrollando el arma nuclear, escudados en falacias y mentiras. Mientras Israel si ha pecado de algo ha sido de confiar reiteradamente en las promesas y vive una realidad brutal de terrorismo sobre sus nacionales, los mensajeros iraníes se encargan de difundir desfachatadamente la posesión de posibilidad para desarrollar el arma nuclear, quien sabe si a estas alturas no estén ya apuntando sobre alguna de las ciudades israelíes, mientras prometen un cielo lleno de vida muelle y comodidades a los suicidas, asesinos de civiles inocentes. Algo parecido al suceso del otro gobierno-dictadura moderno de Corea, que luego de desarrollar a la par que el hambre y la miseria de los coreanos del norte, desarrolló el arma para usaral como chantaje y conseguir que el mundo occidental subsidie su locura.
Hoy, como en los años de la preguerra en que se permitió a Alemania Nazi armarse y cometer infinidad de crímenes, el mundo está por ver a otra potencia con parecida intención, pero como la historia griega, con afán de quedar tuerta por tal de dejar ciego al prójimo, perderse por tal de perder a su enemigo. El tal holocausto vendrá esta vez, de persistir la indolencia y la ausencia de atención sobre los actos de Irán, pero no será sobre los judios solamente, este si será la madre y el padre del fin de la especie humana.