Un rey de la Edad Media en apuros financieros, convocó a un judío rico de la ciudad con el propósito de sacarle dinero; con el poder de un rey dueño y señor de las vidas de sus súbditos, el peligro para la vida del judío era cierto; al acudir el judío a la presencia del rey, este último preguntole cual era en opinión del judío la religión verdadera entre las que profesaban los hombres; el rey católico, intentaba con egañifa provocar el arresto del judío, para quedarse con la riqueza del judío, pues si el judio decía que la católica, renegaría de sus creencias y se expondría a la ira de su Dios, si la musulmana, igualmente, en fin, una trampa mortal. Afrotunadamente, para entonces aun concedían tiempo suficiente a los judíos, los que vinieron luego, se apresuraban a arrojarlos al fuego antes de hacer valer razón alguna, el rey, concedío un día al judio para pensar la respuesta; al día sigueinte, el judío presentose ante su majestad y evadió sabiamente el peligor con el cuento de los anillos. Pueden consultar la historia en el Decamerón de Giovanni Boccaccio.
Desde mucho ha, se han dedicado con esmero a denostar y perseguir a los judios; la aversión injustificada con la crucifixión del Cristo, en realidad oculta bajos y deleznables despropósitos; preparar el camino para despojar a personas diligentes y trabajadoras, que no despilfarran en objetos inútiles o procelosos deseos. Así se ha ido configurando probablemente la injusticia que más perdura sobre la faz de esta tierra. Historia tras historia dentro de la misma historia, encierrran capítulos vergonzosos de cuanto delito se pueda cometer contra ser humano alguno; como colofon, un desquiciado provocó un holocausto de judíos, que a fecha de hoy, otros desquiciados quieren negar contra toda evidencia o hecho comprobado; nada, que como la mala hierba, se dan en el sembradío, aparece un Hitler y luego de arrancado crece un Ahmadinejad, un Chávez y cía.
En el momento que el gobierno de Irán se negó a aceptar que Rusia procesara el uranio, quedaron demostradas las verdaderas intenciones de los orates iraníes en el poder, crear y peor aun, usar el arma nuclear contra Israel, a quien han fijado como su blanco en la fanática guerra, el exterminio, ha sido expresado en reiteradas ocasiones publicamente por el presidente iraní. Poco importan los sacrificados en este holocausto que se avecina, según ellos, los suyos tendrán féminas a montones en un paraíso al que irán luego de perecer, al resto, solo nos queda cruzar los dedos para que alguna potestad, aunque sea, nos recoga en su seno para el sueño eterno, al menos, lejos de irascibles, tiranos y tiranías, y lobos, disfrazados de corderos; junto a aquel otro, el indio Hatuey, que se negó a ir con los mismos que hoy se dan de lenguas con la tiranía cubana.
Desde mucho ha, se han dedicado con esmero a denostar y perseguir a los judios; la aversión injustificada con la crucifixión del Cristo, en realidad oculta bajos y deleznables despropósitos; preparar el camino para despojar a personas diligentes y trabajadoras, que no despilfarran en objetos inútiles o procelosos deseos. Así se ha ido configurando probablemente la injusticia que más perdura sobre la faz de esta tierra. Historia tras historia dentro de la misma historia, encierrran capítulos vergonzosos de cuanto delito se pueda cometer contra ser humano alguno; como colofon, un desquiciado provocó un holocausto de judíos, que a fecha de hoy, otros desquiciados quieren negar contra toda evidencia o hecho comprobado; nada, que como la mala hierba, se dan en el sembradío, aparece un Hitler y luego de arrancado crece un Ahmadinejad, un Chávez y cía.
En el momento que el gobierno de Irán se negó a aceptar que Rusia procesara el uranio, quedaron demostradas las verdaderas intenciones de los orates iraníes en el poder, crear y peor aun, usar el arma nuclear contra Israel, a quien han fijado como su blanco en la fanática guerra, el exterminio, ha sido expresado en reiteradas ocasiones publicamente por el presidente iraní. Poco importan los sacrificados en este holocausto que se avecina, según ellos, los suyos tendrán féminas a montones en un paraíso al que irán luego de perecer, al resto, solo nos queda cruzar los dedos para que alguna potestad, aunque sea, nos recoga en su seno para el sueño eterno, al menos, lejos de irascibles, tiranos y tiranías, y lobos, disfrazados de corderos; junto a aquel otro, el indio Hatuey, que se negó a ir con los mismos que hoy se dan de lenguas con la tiranía cubana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario