In fraganti.

Luego de tantos documentales vistos sobre el tema de la criminalidad y los criminales, al leer la detallada confesión del morinauseabundo sobre el hundimiento de un buque de guerra surcoreano por un torpedo que peritos internacionales determinaron provenía de Corea del Norte, es como escuchar al criminal relatar la escena del crimen y su acometimiento; sólo quien estuvo en la escena, puede tener tantos detalles e indudablemente, el morinauseabundo tiene datos de primera mano. Lo anterior me lleva a concluir la evidente culpabilidad de Corea del Norte, el torpedo es alemán, pero lo lanzaron los norcoreanos; ahora, ante las irrefutables pruebas y la pronunciación de los peritos se suma la detallada descripción de un clásico en esos menesteres criminales. Han cometido un crimen, se ha probado hasta la saciedad, tontos o ciegos que no quieren ver, aparte de los culpables directos e indirectos, son quienes lo niegan; la evidencia está ahí, a la vista.