En un post del sitio de compra-venta de Cuba Revolico, escribía un cubano residente en EEUU acerca de algunos post sobre política, contra la dictadura en específico, insertados en dicho sitio; alegaba que perjudicaban el "bussiness" y provocarían un nuevo cierre a quienes lo usamos desde Cuba; ingenuo y hombre de fe, cree que por dar de tomar agua al perro rabioso le evitará la mordida y lo segundo, más penoso si se quiere, permite que la dictadura siga controlando su vida; he ahí el peligro de aquellos que como he escrito en otros post, mantienen su fe, no la fe de una multitud, la fe en sus creencias personales, que de esos tenemos muchos por acá y viendo las manifestaciones conciliatorias de algunos senadores, diría que en todos lugares, al fina, también cuecen habas. Entre col y col, si quieren acceder a Revolico sin intermedios o intermediarios, consíganse un programa para saber la IP de Revolico, la cambian con regularidad, conociendo la IP, pueden acceder directamente, cambiando la IP según proceda.
Las personas suelen acudir a otras en consulta, bien para escuchar sobre el tema, aun cuando la decisión ha sido tomada o no les pertenece, por haber perdido la vountad y el control sobre sí mismos, otros, escuchan la opinión, por justificar lo que de antemano han determinado, coincidiendo o retando al interlocutor consultado según el propósito predeterminado, el careo, poco puede hacer para cambiar la predeterminación. Pocos, suelen proceder para escuchar de manera abierta y alimentar su juicio que finalmente derive en la decisión o el camino que tomará. En la reaildad cotidiana, pocos actos son conducidos siendo sopesados o calculados, existe el hábito, las costumbres y todo aquello que nos han encimado desde antes de nacer. La impulsividad precede muchos actos por la idiosincracia, otros conocen la trama, pero se sienten impotentes de incidir en alguna parte, prefieren mirar desde la barrera, incluído los oportunistas, los sobrevivientes, como me gusta llamarles, su vida es un dictado de conveniencia y apariencia, pero más que todo, del momentus, auqel que les provee sobresalir según sus intereses propios. De todo existe en la viña del señor; el propio Jesuscristo, desconocía que era el elegido no sólo para salvar el pueblo judio, sino, todos los pueblos que habitaban la faz terrestre; fue presa de la ira, al igual que nosotros, fue humano a más no poder, teniendo la divinidad por momentos y hasta su elevación, la famosa Trinidad, pues dicho lo anterior, no cabe dudas de que en la práctica, sólo pudo ser uno en todo y todo en uno, luego de ir allá arriba, lqqd.
Al declararme rara avis, como agnóstico débil, me veo en la minoría, en donde la vida es un constante luchar contra las acsotumbradas debilidades humanas, el peligro de rendir mi ser más íntimo y entregarme a la comodidad de un dios o dioses o peor aun, de ninguno, de afirmar o negar con rotundidad lo que que no puede afirmarse so pena de perder hasta la eternidad en la polémica y peor que eso, cometer el mismo pecado que veo en otros, tratar de convencer de mi verdad absoluta e irrebatible. Nada es tan delicioso en esta vida, como polemizar dentro del respeto y sabiendo que la verdad, puedes estar en cualquier lado, aun en el opuesto al nuestro. Cualquier emprendimiento en busca de consenso o acuerdo, siempre será en detrimento de alguien o de alguna parte, la disposición a consentir o acordar, es alimento para el respeto y la convivencia, más que una vctoria, es por ello que muchos diálogos han fracasado antes de comenzar, porque se miran metas, se sostienen posiciones o se buscan vistorias; el diálogo ha de ser con el único propósito de ilustrar, más que solucionar, no se puede comenzar por el final, ese final que llegará sin que lo notemos y probablemente, con satisfacción y remedo.
La confusión de que son presa muchas personas, surge de la creencia en intentar infinitas veces, se pierde el límite entre la persistencia y la terquedad, quieren poner la mejilla cuando la realidad es que ni ella existe, ha desaparecido en la infinitud de los monólogos. Es por ello, que la realidad impone guiarse por el resultado, el provecho y la ganancia; de ahí surgió el dinero, no de la avaricia como creen algunos. Finalmente, la justicia es eso, si o no, hechos y pruebas, no largos vademécums, descargos y soliloquios; cuando se trata de tema importante, los adornos son el sobrante, lo saludable es la brevedad y la consición, que redundan en claridad.
Cuba vive una dictadura, la dictadura aterroriza, persigue y mata a quienes se le oponen; conculca y limita los derechos del pueblo cubano, se niega a supervisión o revisión por organismos internacionales; amordazando al pueblo cubano, consigue que el clamor de libertad y justicia apenas sea un rumor sordo y dudoso para muchos en este planeta, incluso para personas de bien, por aquelllo de que no hay peor ciego, que el que no quiere ver.
Inducir por las creencias, inclinaciones o pensamientos de las personas, lo cual le está dado como derecho natural, delito alguno, es injusto, ese acto es pan diario de cada día, con violencia incluída en no pocos casos.
A modo de muestra, el intento de forzar el status practicado por la hija del dictador actual, es reflejo de la realidad cubana. El espinoso tema, esquivado en el mundo incluso por sociedades modernas y democráticas, coarta el derecho de muchos a manifestar sus preocupaciones, válidas por demás. Como no suelo ocultar otra cosa que no sea mi nombre y lo irrelevante al propósito y al cuido; creo expresar la preocupación o argumento de muchos. Es justicia, evitar la persecución, discriminación o cualquiera otra de las manifestaciones homofóbicas vividas en la historia humana, a su vez, cabría preguntarnos todos si es un futuro androide al que queremos ir; porque visto el lugar donde se encuentra la raza humana, la progresión condujo a la diferenciación, cosa esta que con toda justeza debemos apreciar como conveniente; propiciar la convivencia directa de las generaciones subsiguientes en un plano de involucrarlos directamente, eliminaría esa diferenciación no solo en el plano psiquíco, pues no somos entes subdivididos en partes independientes entre sí, somos alma y cuerpo, unísonos, inseparables per se; estaríamos entregándonos al otro extremo; pues si se parte de la realidad, ella demostraría un punto interesante en cuanto a la homosexualidad inherente y la existencial, incluso me pregunto si no es más que otra religión inducida, dentro de cambios profundos en la predominancia masculina. En fin, me parece necesario dialogar, pero más que todo, con sinceridad, honestidad, sin conveniencias o segundas intenciones.
La natural tendencia de asumir o consumir sin premeditar o sopesar, es consecuencia directa de la ausencia de libertad, no es resultado, digamos, de la educación; otro conspirador solapado, lo constituye la ausencia de tiempo útil para elucubrar (en su otra acepcion aparte de la más conocida). Muchas personas, tienen la creencia de que el trabajo hizo al hombre, lo cual la realidad a ojos vistas, lo rebate; otros asumen actitudes consecuentes con lo vivido en los últimos milenios del ser humano, llegados a nosotros por la comunicación de generación en generación, oral buena parte de ella, que indudablemente ha mermado, trastocado e incluso pervertido en su forma original, ignorando que estos, constituyen una ínfima porción, irrelevante dentro de la inmensidad desde nuestro origen, difícil de precisar en un término estrecho visto desde la perspectiva inconmensurable del comienzo de todo. El hombre, por lógica, vivía la mayor parte del tiempo de vago, satisfaciendo sus necesidades según le acomodaba u obligaba la naturaleza, pero no era esclavo más que de sus necesidades perentorias, aun antes, predicar la elevación sobre sus extremidades como consecuencia de escuferzo y concluir o igualar esfuerzo a trabajo, es una exageración dolosa; acaso no creamos para trabajar menos, ese es el propósito real, no ser eficientes, otro acto doloso en su enunciación. Quienes abogan por esfuerzos y trabajos mayores, como suele señalar el conocimiento y el saber, son quienes en la realidad se esfuerzan menos, son más ineficientes y sin resultados. No propende optimizar o buscar eficiencia a aumentar el trabajo, a la inversa es sin cortapisas.
Conozco de muchos irresponsables, les leo, escucho y veo a menudo; quienes ven el problema sin poner remedio a él, pues ignorando el resto, solucionan el suyo en el más total egoísmo. Por suerte este mundo, esta amalgamado de distintas formas, y sí, es difícil e incómodo usar la mollera, pero siendo pocos los caminos, mejor se pueden ver con sólo esforzarse.
Las personas suelen acudir a otras en consulta, bien para escuchar sobre el tema, aun cuando la decisión ha sido tomada o no les pertenece, por haber perdido la vountad y el control sobre sí mismos, otros, escuchan la opinión, por justificar lo que de antemano han determinado, coincidiendo o retando al interlocutor consultado según el propósito predeterminado, el careo, poco puede hacer para cambiar la predeterminación. Pocos, suelen proceder para escuchar de manera abierta y alimentar su juicio que finalmente derive en la decisión o el camino que tomará. En la reaildad cotidiana, pocos actos son conducidos siendo sopesados o calculados, existe el hábito, las costumbres y todo aquello que nos han encimado desde antes de nacer. La impulsividad precede muchos actos por la idiosincracia, otros conocen la trama, pero se sienten impotentes de incidir en alguna parte, prefieren mirar desde la barrera, incluído los oportunistas, los sobrevivientes, como me gusta llamarles, su vida es un dictado de conveniencia y apariencia, pero más que todo, del momentus, auqel que les provee sobresalir según sus intereses propios. De todo existe en la viña del señor; el propio Jesuscristo, desconocía que era el elegido no sólo para salvar el pueblo judio, sino, todos los pueblos que habitaban la faz terrestre; fue presa de la ira, al igual que nosotros, fue humano a más no poder, teniendo la divinidad por momentos y hasta su elevación, la famosa Trinidad, pues dicho lo anterior, no cabe dudas de que en la práctica, sólo pudo ser uno en todo y todo en uno, luego de ir allá arriba, lqqd.
Al declararme rara avis, como agnóstico débil, me veo en la minoría, en donde la vida es un constante luchar contra las acsotumbradas debilidades humanas, el peligro de rendir mi ser más íntimo y entregarme a la comodidad de un dios o dioses o peor aun, de ninguno, de afirmar o negar con rotundidad lo que que no puede afirmarse so pena de perder hasta la eternidad en la polémica y peor que eso, cometer el mismo pecado que veo en otros, tratar de convencer de mi verdad absoluta e irrebatible. Nada es tan delicioso en esta vida, como polemizar dentro del respeto y sabiendo que la verdad, puedes estar en cualquier lado, aun en el opuesto al nuestro. Cualquier emprendimiento en busca de consenso o acuerdo, siempre será en detrimento de alguien o de alguna parte, la disposición a consentir o acordar, es alimento para el respeto y la convivencia, más que una vctoria, es por ello que muchos diálogos han fracasado antes de comenzar, porque se miran metas, se sostienen posiciones o se buscan vistorias; el diálogo ha de ser con el único propósito de ilustrar, más que solucionar, no se puede comenzar por el final, ese final que llegará sin que lo notemos y probablemente, con satisfacción y remedo.
La confusión de que son presa muchas personas, surge de la creencia en intentar infinitas veces, se pierde el límite entre la persistencia y la terquedad, quieren poner la mejilla cuando la realidad es que ni ella existe, ha desaparecido en la infinitud de los monólogos. Es por ello, que la realidad impone guiarse por el resultado, el provecho y la ganancia; de ahí surgió el dinero, no de la avaricia como creen algunos. Finalmente, la justicia es eso, si o no, hechos y pruebas, no largos vademécums, descargos y soliloquios; cuando se trata de tema importante, los adornos son el sobrante, lo saludable es la brevedad y la consición, que redundan en claridad.
Cuba vive una dictadura, la dictadura aterroriza, persigue y mata a quienes se le oponen; conculca y limita los derechos del pueblo cubano, se niega a supervisión o revisión por organismos internacionales; amordazando al pueblo cubano, consigue que el clamor de libertad y justicia apenas sea un rumor sordo y dudoso para muchos en este planeta, incluso para personas de bien, por aquelllo de que no hay peor ciego, que el que no quiere ver.
Inducir por las creencias, inclinaciones o pensamientos de las personas, lo cual le está dado como derecho natural, delito alguno, es injusto, ese acto es pan diario de cada día, con violencia incluída en no pocos casos.
A modo de muestra, el intento de forzar el status practicado por la hija del dictador actual, es reflejo de la realidad cubana. El espinoso tema, esquivado en el mundo incluso por sociedades modernas y democráticas, coarta el derecho de muchos a manifestar sus preocupaciones, válidas por demás. Como no suelo ocultar otra cosa que no sea mi nombre y lo irrelevante al propósito y al cuido; creo expresar la preocupación o argumento de muchos. Es justicia, evitar la persecución, discriminación o cualquiera otra de las manifestaciones homofóbicas vividas en la historia humana, a su vez, cabría preguntarnos todos si es un futuro androide al que queremos ir; porque visto el lugar donde se encuentra la raza humana, la progresión condujo a la diferenciación, cosa esta que con toda justeza debemos apreciar como conveniente; propiciar la convivencia directa de las generaciones subsiguientes en un plano de involucrarlos directamente, eliminaría esa diferenciación no solo en el plano psiquíco, pues no somos entes subdivididos en partes independientes entre sí, somos alma y cuerpo, unísonos, inseparables per se; estaríamos entregándonos al otro extremo; pues si se parte de la realidad, ella demostraría un punto interesante en cuanto a la homosexualidad inherente y la existencial, incluso me pregunto si no es más que otra religión inducida, dentro de cambios profundos en la predominancia masculina. En fin, me parece necesario dialogar, pero más que todo, con sinceridad, honestidad, sin conveniencias o segundas intenciones.
La natural tendencia de asumir o consumir sin premeditar o sopesar, es consecuencia directa de la ausencia de libertad, no es resultado, digamos, de la educación; otro conspirador solapado, lo constituye la ausencia de tiempo útil para elucubrar (en su otra acepcion aparte de la más conocida). Muchas personas, tienen la creencia de que el trabajo hizo al hombre, lo cual la realidad a ojos vistas, lo rebate; otros asumen actitudes consecuentes con lo vivido en los últimos milenios del ser humano, llegados a nosotros por la comunicación de generación en generación, oral buena parte de ella, que indudablemente ha mermado, trastocado e incluso pervertido en su forma original, ignorando que estos, constituyen una ínfima porción, irrelevante dentro de la inmensidad desde nuestro origen, difícil de precisar en un término estrecho visto desde la perspectiva inconmensurable del comienzo de todo. El hombre, por lógica, vivía la mayor parte del tiempo de vago, satisfaciendo sus necesidades según le acomodaba u obligaba la naturaleza, pero no era esclavo más que de sus necesidades perentorias, aun antes, predicar la elevación sobre sus extremidades como consecuencia de escuferzo y concluir o igualar esfuerzo a trabajo, es una exageración dolosa; acaso no creamos para trabajar menos, ese es el propósito real, no ser eficientes, otro acto doloso en su enunciación. Quienes abogan por esfuerzos y trabajos mayores, como suele señalar el conocimiento y el saber, son quienes en la realidad se esfuerzan menos, son más ineficientes y sin resultados. No propende optimizar o buscar eficiencia a aumentar el trabajo, a la inversa es sin cortapisas.
Conozco de muchos irresponsables, les leo, escucho y veo a menudo; quienes ven el problema sin poner remedio a él, pues ignorando el resto, solucionan el suyo en el más total egoísmo. Por suerte este mundo, esta amalgamado de distintas formas, y sí, es difícil e incómodo usar la mollera, pero siendo pocos los caminos, mejor se pueden ver con sólo esforzarse.
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