Desidia, sí, pero ¿de quien?

Intuyo juventud en el ¿reportaje? que aparece desplegado a página completa en el interior de la edición de (hoy) ayer día 17 de abril en la abuelita, fotos de tamaño desacostumbrado, texto corto, mal intencionado. Así habla de "cambios", están por ver, pues básicamente se ha regresado un tanto a la normalidad que existió pre-dictadura con el acceso de los cubanos a distintos lugares; "mejora del nivel de vida", aquí mezcla evidentemente deseo y realidad; "disminución de los límites o prohibiciones", será en el papel higiénico, perdón, periódico, para el que escribe, pues a fecha de hoy, permanecen leyes como la ley de peligrosidad, la ley mordaza, etc, que sitúan al ciudadano común en la ilegalidad apenas sale del seno materno. Más adelante acusa a todos, la mayoría, al estilo del sátrapa; dice que abrimos para recibir, aquí es tan inespecífica, que asumo cualquiera de las insuficientes y mundanas cosas que recibimos a cambio de entregar la libertad, puede incluirse abiertamente en ello los productos de la canasta basica, que por cierto, a fuer de ser sinceros debiera emplearse canastica, la salud, ¿cual?, la de los "socios" o amigos que nos resuelven el turno con el especialista, ¿la educación?, se referirá a los repasos extraclases pagados por padres para evitar que escriban sus hijos "huña" en lugar de la consabida uña . Ciertamente el cubano ha mucho abrió los ojos, para andar a la chita, callado, por la represión brutal de igual signo y causante si se trata de ganar el sustento para él y los suyos, como si se trata de disentir de una dictadura. Sí, Yordanka Almaguer, no ha tenido como dice un amigo en cubano que "cogerla". Antier mientras esperaba en algún lugar del que no quiero acordarme, repasaba un almanaque cubano de Cuba, con los feriados oficiales, creo recordar que eran como 10 u 11 al año, si a eso le sumamos que la jornada laboral es de 8 horas, me parece que quienes no están haciendo su trabajo son aquellos que escriben acerca de que el cubano no trabaja, aun cuando se puede y debe mirar desde varias aristas, mirando los números fríamente, se saca en conclusión que los trabajadores cubanos trabajan, vale la redundancia, mucho más que la media mundial, mientras otros países tienen incluso una semana completa (semana santa) feriada, el cubano no completa en ninguna de la señaladas como oficial esa semana, si mientras en otros países ya se regula la jornada de 7 horas y 5 días laborables en la semana, el cubano trabaja aun los sábados, aquellos casos que han ajustado con la administración, trabajan diario media hora más para evitar trabajar el fin de semana. Y claramente no hablo de otros aspectos, como las condiciones de trabajo y la motivación, el mísero pago y el monopolio estatal con la consecuente obligación de inclinar el lomo y la cabeza a la vez.