No me cuento entre los más populares de la red, ni aun de quienes me rodean. Tantos años de propaganda antinorteamericana, han surtido efecto. Otra causa, es el gran show mediático de la izquierda, ya sea de extrema o de en medio, que les hace popular entre las artes y las letras. La irreverencia perenne, la ausencia de modales, la falta de protocolo, el enfant terrible, la actuación desmedida ante multitudes y el arte bien entrenado de la lisonja, hace muy populares a los caudillos izquierdistas entre los intelectuales, es como querer hacer o estar en la piel que nos es imposible por la educación recibida, un regreso al salvajismo, a la impudicia.
Muchos de quienes votaron la resolución en la ONU presentada por la dictadura cubana, tomaron la precaución en sus relaciones económicas recientes con esa dictadura, de hacerle firmar un documento para la protección de inversiones, escarmentados por los sucesos de principios de revolución, donde propiedades norteamericanas fueron intervenidas, quitadas, tomadas por la fuerza. Si alguno de ellos, se viese en la situacion suscitada en el 1959 contra las propiedades norteamericanas, otro sería el cantar y la votación antes mencionada.
Al fin y al cabo, queda más clara la situación luego de la reciente cumbre, pena es que fuese al final cuando ya los mandatarios allí reunidos, le dieron esquinazo al tema cubano de la falta de derechos en Cuba, la represión y otros males que azotan al cubano de la isla como consecuencia de años de dictadura.
La historia contará en el futuro, de quien fue mas digna la posición, si de los norteamericanos, que no se han dejado tentar por los tesoros en la tierra, con los ojos en los tesoros del corazón, o de aquellos europeos y otras naciones, que se apresuraron a concertarse con la dictadura para mal de los nacionales cubanos y repletar sus bolsillos.
Indudablemente, esta soledad que sólo ha tenido compañía fiel a 90 millas por décadas, será en definitiva la que marque el derrotero para el tratamiento de futuras dictaduras y dictadores. Se habla con quien dialoga, no con quien solo sabe hacer monólogos autocomplacientes, se dialoga, con quien quiere hablar de veras y a derechas, no con quien según le lleve el subsidio, ande entre si, no y peros. No es de ninguna utilidad tratar de hallar consenso con quien no consiente en permitir la democracia y la libertad de sus nacionales.
Bien lo sabe el cubano de a pie en su corazón, que tiene sus preferencias en la forma de vida y en el desempeño de aquellos que la dictadura ha presentado como monstruos, sin embargo, estos monstruos, sonrién en más del 70% de lo que quiere ver el cubano en su limitado entretenimiento, el televisor.
De manera que moribundo dictador Fidel Castro Ruz, go to hell, o mejor, Hasta la vista, baby.
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