- Ayer día 26 de febrero, mientras leo la abuela alzhemeriana topo con un artículo denostando contra estudiantes que se habían quejado en la televisión de la merienda. Luego de leer el artículo, miro la información de quien lo escribe, de la autora; dice algo como, periodista argentina radicada en Cuba desde 1969. Ya no me extraña tanto la diatriba lanzada por esa "periodista", dentro del proceso cognitivo, miro los datos y son suficientes para algunas conjeturas y otras no tan conjeturadas, más bien ciertas; llegó a Cuba en 1969, me pregunto: ¿habrá sido montonera?, como no tengo suficientes datos me queda la interrogante; pero del resto que escribiré a continuacion puede dar fe cualquier cubano que haya vivido las décadas del 70, 80 y 90; a su llegada a Cuba, recibió casa y trabajo, la casa está en el Nuevo Vedado, Miramar o Naútico, zonas que abandonaron la mayoría de sus antigüos dueños cuando notaron la desgracia que sobrevendría, muchos de ellos de ellos de la clase media y alta. Al llegar los 80, con el dolar clandestino, le hacía el "favor" de comprar en las tiendas para extranjeros, a algunos cubanos que no podían; como parte del disfrute de la botella que le dió la dictadura ha viajado, accedido a lugares donde el cubano común le está prohibida la entrada, si antes era ley, ahora tácitamente. No ha padecido las necesidades y miserias de la inmensa mayoría de los cubanos, no voy describir los detalles, no alcanzaría la lista a leerla nadie sin antes cansar la visión. No me extraña entonces, la bobería escrita. El clásico ver la paja en el ojo ajeno pero no la viga en el propio, quizás era el título apropiado de su bodrio. Como participante de la claque dictatorial, a conciencia, termina echando en cara la educación de los estudiantes, olvida que el derecho a hablar y decir lo que se piensa, a pesar de estar conculcado en Cuba, existe.
- El bombardeo constante para dar la impresión de que hacen algo por proveer de viviendas a los cubanos, no cesa por parte del gobierno. Confusos artículos dan cuenta de la cosntrucción de casas y los problemas anexos. Por si mismos demuestran cuan lejos está al menos de aliviarse el problema de la vivienda. Mientras, venezolanos, bolivianos y ecuatorianos, son hospedados temporalmente en zonas residenciales, en casas propiedad ahora del gobierno, luego que sus antigüos dueños emigraran, de esa manera, engañan a estos infelices, haciéndome recordar lo sucedido en el 59 y años después, cuando el gobierno traía guajiros para la Habana, dándoles casa a cambio de su lealtad, los pobres, no sabían aun que entregaban la libertad; se han distribuido viviendas entre los acólitos de la dictadura, construido aparhoteles y hoteles para turismo y residentes extranjeros, estos no cesan de construirse, ni aún luego de los malhadados ciclones del año pasado. Liborio, caramba, quien iba a decir que hasta tú te has ido de Cuba.
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