Cuando el gato no está... salen a relucir los comandantes. Parte de los "cambios" es por ejemplo, la abundancia de comandantes en las notcias y en los medios, ahora todos son comandantes, antes era uno, al menos no se permitía la pluralidad del grado, excepción hecha con algún loquillo que asumía este sobrenombre por vestir de militar, curiosamente, los casos estos se designaban por comandates por parte de la población, el orate, entonces se inflaba, crecía, usualmente copiaba muy bien al original, sostenía algun tipo de vara, palo o fuete, cualquier objeto de esa naturaleza destinada a propinar golpes; usualmente también, tenían momentos de violencia, de absurdos, como vestir con capas de nylon a pleno sol del mediodia cubano de julio.
No fue la designación de los orates, praticada o ejercida por el gobierno, es la manera que tuvo el cubano, de decir lo que piensa sin hacerse notar de los represores, y que mejor epíteto puede designar a un loco con las características antes mencionadas que el tomado de la realidad dantesca que nos ha tocado vivir por 50 años.
No fue la designación de los orates, praticada o ejercida por el gobierno, es la manera que tuvo el cubano, de decir lo que piensa sin hacerse notar de los represores, y que mejor epíteto puede designar a un loco con las características antes mencionadas que el tomado de la realidad dantesca que nos ha tocado vivir por 50 años.
2 comentarios:
Ah, esta pobre patria sufriendo generales, doctores y comandantes...!
Saludos,
Al Godar
Poniendome al dia contigo, estimado K. Me encanto este post.
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