Ya en el 70 del siglo pasado, jugó esta ruleta de balas salvas, para escuchar a los aduladores otra vez, una vez más y por siempre, la necesidad de su permanencia, la insustituible presencia, la frase melosa y consentida que le dice al oído de su necesaria, única y especial permanencia para los destinos de la nación.
Causa esta por la cual, tantos comentarios de pasillo e intrafamiliares, discurren entre la duda del real propósito de la declaración del dictador en pasados días.
Si algo ha demostrado, es su disposición a escuchar las alabanzas más que la razón, a no derivar por el cauce natural y propicio para la nación en contra de su humano proceder a aferrarse con dientes y uñas al poder.
Durante días, la abuelita alzhemeriana, se ha encargado de publicar los electos en la farsa electoral, farsa evidente cuando se lee quienes son los electos. Sobran los dirigentes comprometidos con el sistema, ministros, viceministros, fiscales, no les ha limitado esta vez, ni razón ni lógica alguna, han postulado a prácticamente infantes, con 23 o 24 años, faltos de toda experiencia y expuestos a convivir con la mentira y la farsa dictatorial, ha vociferar vivas a la decadencia y la inmovilidad como partícipes de esta gran tragicomedia que es la dictadura cubana.
Pero ya, los de entonces, no somos los mismos, hemos crecido en independencia, hemos crecido en dignidad, queremos ver caer las cadenas y renacer la libertad donde nunca debió haber faltado, en esta isla que languidece a ojos vistas, en donde muchos, prefieren morir, como el cubano en México recientemente, sin patria pero sin amo, donde muchos prefieren vivir, en patria ajena, pero sin amo.
Este año no deja, con esperanzas y deseos insatisfechos, el que viene, nos traerá con toda seguridad la libertad que necesitamos los cubanos para realizarnos como seres humanos, la dignidad que reclamamos por boca de muchos y deseos de todos, contra la estulticia de pocos, el cambio, la mejora, la luz al final de este tunel que ya nos dura casi 50 años de horrenda represión; no deseamos otra cosa que ser personas y seres humanos, con sus derechos y sus imperfecciones, pero con la libertad que nos hará debatir nuestro destino, para bien de todos y por el bien de todos, que el próximo año sea el comienzo de la era libre en una tierra libre de tiranos y tiranía.