martes, 15 de abril de 2008

Nosotros los pecadores.

Si alguna característica es intrínseca, inherente a la izquierda y los dictadores que de esta mano pululan ahora, copias malas de ese gran especímen depredador de la raza humana que es el morinauseabundo cubano, es la de pensar mal de los demás, asumir una raíz malévola en el ser humano. Es común encontrar en ellos el señalamiento crítico, la burda acusación de males creados por ellos mismo, la paja en el ojo ajeno. En la edición de la abuelita, acusan de actos vandálicos al ciudadano común, esta foto, que acompaña la burda acusación, es ejemplo de la desidia radical. Mirando la rotura, se hace evidente que fue provocada por la mala manipulación al ser recogido por el camión destinado a esos fines, o bien por defecto en su fabricación; inferir sin tener la prueba, algo que a todas luces dificilmente pueda provocar un cubano de a pie, ni aún en la más justificada de las iras, es injusto, sobre todo, cuando se conoce de la mala gana con se trabaja en Cuba por los salarios miserables y la falta de motivación.


2 comentarios:

Fernando A. Ramírez Martínez dijo...

Lo de la izquierda desconfiada es una divertida (si no fuera tan triste) paradoja: Son los primeros en mentar a Rousseau y la bondad del hombre para ejemplificar la "confianza" que tienen en la gente pero luego a la hora de actuar oprimen, regulan y limitan la libertad de todo quisqui.

Le recomendaría que para evitar comentarios como el de arriba, habilitase las letritas (el código de seguridad) que evitan que robots hagan el canelo en su blog.

Anónimo dijo...

Cubanita:

Es el modus operandis de esta gente. Todos son iguales, hechos en la misma fabrica y cortados con la misma tijera. Los problemas son de otros pero jamas de la izquierda improductiva y generosa con lo que no es de ellos y como buenos repartidores se quedan al final con el pedazo mejor y mas grande.

Cuando se sienten acorralados porque no tienen material para dar una explicacion inteligente pues entonces usan los mismos recursos de siempre: uno desviar el tema y echarle la culpa a otros de los problemas que ellos crearon y el otro es hacerse los ofendidos y pensar mal de todo el mundo.

Ellos son los unicos buenos y hay que creerles ademas porque no se equivocan y son infalibles. Su palabra es ley sin discusion.